sábado, 24 de enero de 2015

Eternamente Juntos: Capítulo 22

Ella había agarrado el vaso con manos temblorosas.
—¿Qué pasó anoche? Sólo recuerdo el dolor de cabeza y lo que te dije sobre… sobre la aventura amorosa de Pedro.
Evitando su mirada, Facundo respondió:
—Hemos dormido juntos.
Una inmensa incredulidad acompañada de vergüenza y culpa se había apoderado de ella.
—¡Oh, Dios mío! ¡No, Dios mío, no! No es posible que yo haya…
—No pasa nada, Paula. No hemos hecho nada malo. Muchos amigos se acuestan juntos. Hoy en día no tiene mucha importancia.
Ella le había mirado con horror, incapaz de creer sus propias acciones.
—Yo… no sé qué decir. Estoy avergonzada… ¿Me excedí con la bebida? Sólo recuerdo haber bebido medio vaso. Siempre tengo cuidado con el alcohol, tú lo sabes.
Facundo respiró profundamente antes de decir:
—Tu marido te ha visto. Ha venido esta mañana, hace un par de horas. No quería dejarle entrar, pero no he podido impedírselo. También han venido unos periodistas. Creo que algunos aún están esperando ahí abajo. Será mejor que no te vayas hasta que no se hayan marchado.
Ella se había quedado sin habla.
Facundo continuó:
—Creo que ha sido lo mejor que podía pasar, Paula. Al fin y al cabo, él te ha estado engañando, ¿no? ¿Por qué no puedes engañarle tú también? No me parece que tengas que sentirte culpable, no ha sido culpa tuya.
Pero ella no había encontrado disculpa alguna respecto a su comportamiento. Se había acostado con otro hombre y Pedro tenía derecho a estar enfadado.
No iba a perdonarla jamás.

Pedro le dió el vaso de agua, haciéndola salir de su ensimismamiento. Al pasarle el vaso, sus dedos se rozaron. Eso fue suficiente para despertar en él el deseo, como siempre que estaba cerca de Paula.
Desde la separación, había buscado consuelo con algunas mujeres, pero ninguna de ellas le había hecho alcanzar los extremos de placer que había sentido con Paula.
—Siento haberte despertado —dijo ella una vez más.
—Da igual. Además, no estaba dormido del todo —respondió Pedro metiéndose en la cama otra vez.
Apagaron la luz y se hizo un tenso silencio.
—Se me ha olvidado llamar a mis padres —dijo Paula al cabo de cinco minutos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario