miércoles, 24 de marzo de 2021

Te Quise Siempre: Capítulo 26

  —Tienes que comprender lo involucrado que estaba en aquella misión secreta. Me enteré de la noticia de la muerte de mi madre mientras mantenía una arriesgada entrevista con el agente que era mi contacto con la organización. En ese tipo de misiones, cuanta menos relación tengas con el mundo exterior, tanto mejor. La operación estaba en un momento muy delicado y de alto riesgo, todo el mundo era sospechoso, todos parecían espiarte. Un paso en falso, un palabra de más podía suponer la muerte de muchas personas y echar a perder el trabajo de cuatro años. Lo que le dije a mi padre era cierto. Soy básicamente un soldado y debo acatar las órdenes. Incluso una simple llamada podría haber puesto en peligro a todo el grupo operativo y a mucha gente inocente.


 —¿Le contaste alguna vez todo esto a tu padre?

 

—Él nunca ha querido escucharme.

 

Pedro estaba sorprendido de todas las cosas que le estaba revelando a Paula. No acostumbraba a hablar nunca de su trabajo. Lo llevaba siempre muy en secreto.


 —¿Estás en peligro ahora? —le preguntó ella.

 

Pero ya había dicho más que suficiente, no quería asustarla. Dejó de lado la cuestión.


 —Se protegerá mi identidad, incluso durante los procesos judiciales que tendrán lugar. Tendré que mantenerme al margen de todo durante bastante tiempo. No sólo yo, toda mi familia podría verse también en peligro. Prefiero que mi padre se enfade conmigo a poner en riesgo su vida.

 

Ni sus padres ni ella habían sabido todo eso. Si él les hubiera contado todos esos detalles, quizá habrían comprendido mejor su forma de actuar.  Pero ¿Y Paula? Él nunca se habría atrevido a hacer que alguien tan dulce y sensible como ella tuviera que compartir una vida como la que él llevaba. Incluso ese breve paréntesis en sus vidas, esa pequeña farsa divertida que estaban a punto de comenzar, ¿No podría acaso suponer también un riesgo para ella? Pero ¿Y si ella resultaba ser la persona adecuada para ver a través de las máscaras que él con el tiempo se había acostumbrado a llevar? ¿Qué pasaría si ella pudiera ver dentro de él? No había por qué preocuparse, se dijo a sí mismo, tratando de infundirse confianza. El trabajo ya estaba hecho. Cuatro años haciendo amistades. Ganándose su confianza. Trabajando codo a codo con la gente, participando en sus fiestas, asistiendo a los bautizos de sus hijos y a los matrimonios de sus hijas. 

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