lunes, 21 de septiembre de 2015

Tentaciones Irresistibles Parte 4: Capítulo 67

Paula  canturreaba mientras subía en el ascensor al despacho de Agustín. Había pasado la noche en casa de Pedro y no había visto un solo periodista al salir. A lo mejor su vida personal había dejado de interesarle a la prensa, una posibilidad verdaderamente emocionante.
Pero pasar toda una noche haciendo el amor había sido todavía mejor. A Paula le encantaba dormir en la cama de Pedro, sintiendo sus brazos a su alrededor. A su lado se sentía a salvo. Estar con Pedro era algo a lo que podría llegar a acostumbrarse, pero continuaba habiendo miles de complicaciones en su relación.
Cuando llegó al despacho, esperaba encontrar allí también a Matías y a Federico, pero su hermano estaba solo.
—¿Sólo estamos nosotros? —le preguntó cuando él se levantó para ir a abrazarla—. Si tengo que prepararme para ser informada de un nuevo secreto de la familia, me temo que no estoy preparada. Como me entere de algo nuevo, soy capaz de ponerme a gritar en medio de la noche.
—Todavía no son las dos de la tarde —dijo Gloria en el instante en el que Paula entró en la habitación—. Así que tendrás que esperar antes de empezar a gritar.
Paula tuvo la sensación de estar de pronto en un pliegue espacio-temporal. Su abuela llevaba un traje que Paula le había visto en otras ocasiones. Estaba perfecta con aquel traje en tono oro viejo que tanto le favorecía. Gloria parecía en aquel momento exactamente lo que era: una poderosa matriarca.
Por un instante, Paula se sintió como si hubiera retrocedido un año en el tiempo, como si hubiera regresado a aquella época en la que estaba dispuesta a hacer cualquier cosa para impresionar a Gloria; quería entonces convertir el Burger Heaven en el mejor establecimiento de su clase. Casi podía sentir el calor en la frente y la desesperación de estar golpeándose una y otra vez contra una pared que no era capaz de ver ni comprender, pero que tampoco podía romper.
—¿Es algo malo? —dijo sin poder controlarse—. El motivo de la reunión, ¿es algo malo?
—No es nada malo en absoluto —respondió Gloria, señalando el sofá—. En realidad es una buena noticia. Siéntate. Agustín y yo queremos hablar contigo sobre algo.
—Si vais a decirme que tampoco soy hija de mi madre, no sé si voy a ser capaz de soportarlo.
Gloria sonrió.
—Cuando quieres, puedes llegar a ser muy dramática. Creo que eso lo has sacado de mí —miró a Agustín— . ¿Quieres decírselo tú o se lo digo yo?
—Creo que deberías decírselo tú.
Paula tenía el estómago tan revuelto que estaba a punto de vomitar.
—Queremos que dirijas el Chave's —anunció Gloria—. El director se va y necesitamos una persona brillante a cargo del establecimiento. Hemos estado hablando y tú nos pareces la opción más lógica, por no decir la mejor. Siempre te ha encantado ese restaurante, eres buena en tu trabajo y, además, eres parte de la familia. ¿Qué te parece?
Paula abrió la boca y después la cerró. Jamás se habría esperado nada parecido. ¿Dirigir ella el Chave's?
—¿Nadie está enfermo? —preguntó.
—Estamos todos perfectamente. Dí que sí.
¿Que dijera que sí? ¿Así de sencillo?
Aunque era cierto que el Chaves era su restaurante favorito, aquella oferta era completamente inesperada.
—Acabo de empezar a trabajar para Bernie —dijo, más para sí que para ellos—. Y me encanta mi trabajo. Estoy aprendiendo mucho. No creo que fuera correcto irme tan pronto.
—Es una gran negociadora —le dijo Gloria a Agustín—. Todavía no hemos empezado a hablar de dinero y ya voy a tener que aumentar mi oferta.
—No es cuestión de dinero —replicó Paula.
Aun así, no pudo dejar de preguntarse hasta dónde estaría dispuesta a llegar Gloria. ¿Cuánto pensaba su abuela que valía?
—Claro que es cuestión de dinero —dijo Gloria—. Tienes que intentar conseguir todo lo que puedas. Con Agustín tienes que defender tu trabajo con uñas y dientes.
Paula se echó a reír a carcajadas.
—Eh, que ya conseguí sobrevivir a tí.
—Desde luego. Hiciste un trabajo estupendo en el Burger Heaven. Aunque probablemente nunca te lo dije, ¿verdad?
Para su más terrible humillación, Paula sintió que tenía los ojos llenos de lágrimas.
—No, no me lo dijiste.
—Lo siento mucho. Y por eso te lo estoy diciendo ahora. Hiciste un trabajo increíble y siempre estaré orgullosa de ti. Aunque el Bella Roma es un restaurante maravilloso, no es suficiente para ti. Además, el Chave´s es un restaurante de la familia. Te necesitamos, Paula.
Paula miró a su hermano.
—Estás muy callado.
—Creo que la abuela está explicando mi postura de manera excelente. Supongo que, si yo te dijera eso mismo, no me creerías. Pero viniendo de Gloria, tiene que ser verdad.
—Una idea interesante.
—Tú eres la única candidata —continuó Matías—. Eres la única candidata que nos interesa para ese trabajo.
La tentación era fuerte, pero Paula tenía muchas cosas en las que pensar.
—Dadme unos cuantos días —les pidió mientras se levantaba—. Volveremos a hablar el viernes.
—Deberíamos hablar de dinero —insistió Gloria.
—Hablaremos de dinero si al final decido aceptar este trabajo. No te preocupes. Haré que me paguéis como si fuera la mejor para el puesto.
Gloria sonrió.
—Ésa es mi chica.

No hay comentarios:

Publicar un comentario