miércoles, 29 de noviembre de 2023

No Esperaba Encontrarte: Capítulo 9

 —Aprecio tu oferta para ayudarme, Carla, pero no estaría bien que Iván y tú comprometieran tanto dinero.


Al considerar la situación en la que estaba, Paula dudó.


—Ahora mismo me pregunto si hice bien en abandonar la profesión de modelo. Es cierto que no era el trabajo de mis sueños, pero quizá no tuve en cuenta todos los riesgos de la rama de los diseñadores. Simplemente porque les haya hecho toda la ropa durante años…


—Has hecho los conjuntos más impresionantes con un presupuesto muy pequeño. Tienes talento, Pau —insistió Carla.


—Tampoco puedo consentir que Sofi y tú pidan préstamos para ayudarme, aunque aprecio ambas ideas muchísimo.


—Pero tienes que salir de la situación en la que te encuentras —dijo Sofía.


—No. Pedro ha dicho que no tengo otra opción, y tiene razón. Tengo que vender los vestidos rápidamente. Si trabajar con él es la única manera de conseguirlo… Tendré que soportarlo.


—Solucionaría el problema —Carla asintió con la cabeza a regañadientes—. Siempre y cuando no trate de sobrepasarse del acuerdo de negocios, tratando de hacerlo más personal —entonces miró a Paula, indagadora—. ¿Es probable que ocurra eso?


—No, pues él piensa que soy una avariciosa y yo sé lo que es capaz de hacer. La desconfianza por ambas partes no es el germen de cultivo de ninguna relación personal.


Negándose a pensar en la química que había habido entre Pedro y ella, Paula abrazó primero a Sofía y después a Carla.


—Gracias por hablar conmigo y por ofrecerse a ayudarme.


—¿Y qué… Qué pasa con su hija? —preguntó Sofía, tratando de ocultar su vulnerabilidad ante aquello—. Quizá deberíamos enterarnos de cómo la está tratando.


—Oh, Sofi —dijo Paula, a quien en realidad también le preocupaba— . Me enteraré de ello.


Paula tenía que afrontar aquella situación, escondiendo sus sentimientos bajo la barrera que había creado alrededor de su corazón.


—Puedo hacerlo. Funcionará. Me cuidaré y me aseguraré de no salir herida. 


—Si la situación se te escapa de las manos, nos dejarás que te saquemos de allí —sentenció Carla.


Paula asintió con la cabeza a regañadientes, aunque en realidad no tenía ninguna intención de permitir que sus hermanas ni su cuñado le dieran tanto dinero.


—Está bien, entonces supongo que ya está todo claro. Les quiero enseñar a Daniela y a Leticia este color de pelo —dijo Sofía, dirigiéndose hacia su habitación—. Será mejor que vaya a ver qué me puedo poner esta noche.


Una vez que sus dos hermanas se hubieron ido, Carla a la casa en la que vivía con Iván Barrett y Sofía a un club con sus amigas, Paula tomó la tarjeta que le había dado Luchino y telefoneó al número que aparecía en ella.


—Alfonso.


Simplemente con oír su voz por teléfono se ponía nerviosa.


—Quiero un itinerario de los actos sociales a los que voy a tener que asistir contigo para así poder preparar qué ponerme en cada ocasión —dijo sin molestarse en saludar—. No le diré nada a tu tía por el momento, pero quiero que quede claro que no me gusta el engaño. ¿Cuándo vamos a asistir al primer acto social?


—Mañana por la tarde —dijo Pedro, nombrándole los anfitriones y el lugar en el que vivían—. Son un matrimonio propietario de un complejo de campos de golf que se extiende por todo el país. Pasaré a buscarte a las siete.


—También me gustaría saber cómo le vas a explicar estas salidas a tu tía…


Paula dejó de hablar al darse cuenta de que Pedro había colgado el teléfono. 

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