lunes, 20 de noviembre de 2023

Irresistible: Capítulo 65

Ya estaba. Hecho. Ahora sólo había que esperar, posiblemente cinco largos minutos. Pedro no paraba de dar vueltas en el despacho con un interés casi depredador en la cara.


—Has tardado mucho. Iba a bajar a buscarte.


—Tardé un rato en leer las instrucciones.


Puso la tira sobre un vaso de papel, encima de su mesa, y los dos se quedaron mirándola fijamente. Tenía a Pedro tan cerca que podía sentir su calor corporal arropándola. Señor, ¿Y si estaba embarazada? Tendría que apañárselas. Un hijo de Pedro sería algo maravilloso. Alguien a quien amar que sería una parte de él.


—Yo puedo criar a un bebé —dijo, sin darse cuenta de que lo había dicho en voz alta.


—Veamos qué dice el test primero. 


«No te asustes, probablemente será una sola línea y todo habrá sido una falsa alarma». Pedro le agarraba la muñeca de forma casi dolorosa.


—Dos líneas. Tenemos dos líneas.


Paula dejó de ver con claridad y por un momento se sintió desorientada. Iba a tener un hijo.


—Parece que el puñetero ya me ha alterado las hormonas —dijo ella.


¿Lo había dicho en voz alta? Pedro la miró y echó a reír a carcajadas. Sí. Lo había dicho en voz alta. Se quedó blanca. Iba a tener un niño y lo recibía con una frase tan poco afortunada y propia de ella.


—Lo siento —dijo ella, pero él le agarró las manos para tranquilizarla.


—No lo sientas —le respondió el poniéndole un dedo sobre los labios—. Si esto es culpa de alguien, es mía. Lo mejor será que nos centremos en lo que va a pasar ahora.


—Vamos a tener un hijo —dijo, conteniendo la emoción.


Iba a ser madre, pero Pedro no quería quedarse con ella. ¿Cómo se lo diría a Eduardo? ¿Y a sus hermanas? A pesar de todas las dudas, en una esquinita de su corazón, estaba feliz por ese niño de Pedro, fruto de una noche en la que habían dejado caer todas las barreras.


—Sé que no quieres una vida en familia, pero creo que yo sí, porque quiero este niño. Si quieres verlo de vez en cuando, llegaremos a algún acuerdo.


—¿Así es como crees que irá esto?


Si no lo conociera tan bien, Paula diría que vio dolor en sus ojos.


—Bueno... Había asumido... ¿Qué crees tú que pasará?


-Nos casamos y criamos a nuestro hijo juntos. Es lo único responsable. 


Pedro habló casi con dureza, pero algo en su interior empezaba a brillar. Iba a ser padre. Paula y él iban a tener un hijo. Ahora sí tendrían que estar juntos, no tendría que perderla. Se encargaría de ella y del bebé. Siempre.


—Un niño merece un padre y una madre, ¿No te parece?


Se imaginó viendo a Paula engordar, buscando una casa y acompañándola en el parto.


—Ya no hay elección. Es demasiado tarde para intentar hacer otra cosa.


Eduardo sería bisabuelo, y Pedro sabía que estaría encantado con la noticia. Si algo conseguía animarlo, sería un bisnieto. «Pedro, prometiste no herir a Paula y ahora intentas atarla de por vida».

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