lunes, 6 de noviembre de 2023

Irresistible: Capítulo 35

 —Olvídalo. Te recogeré por la mañana para ir a ver a Eduardo. A las diez —se dió la vuelta y se alejó sin mirar atrás.


«No iré al hospital con él. No me ha invitado».





—No me gustan los hombres autoritarios.


—A mí tampoco —respondió Sofía, agarrándole con fuerza un mechón de pelo.


—Oh —Paula se frotó la cabeza—. ¿Qué estás haciendo?


—Lo siento.


En ese momento sonó el timbre. Paula dió un respingo, pero Sofía la obligó a volver a sentarse en la banqueta.


—¿Quién será? Yo no estoy esperando a nadie.


—Yo tampoco —dijo Bella, dejando su ejercicio de Pilates a medias. Se puso una bata de seda que ella misma se había hecho y salió a abrir.


Paula sabía perfectamente quién estaría al otro lado de la puerta y le entró pánico. Llamó a Bella con gestos.


—¿Qué pasa? —le dijo ella.


—Es Pedro. Viene para llevarme a ver a Eduardo —Paula volvió a sentarse mientras Sofía seguía peinándola—. Dile que no estoy.


—Eso no tiene ningún sentido, pero de acuerdo.


Bella abrió la puerta sólo una rendija y Paula oyó la voz de Pedro desde la cocina:


—Vengo a buscar a Pau. Habíamos quedado para ir a ver a Eduardo.


A Paula le empezaron a temblar las rodillas y deseó refugiarse en la habitación que compartía con Sofía. ¿Qué demonios le estaba pasando? Cinco minutos antes había decidido ir con Pedro y decirle claramente que dejara de tentarla, pero ahora sólo quería huir de la sensual sonrisa del señor Alfonso.


—¿Puedo esperarla aquí?


Ella no podía mantener la calma a pesar de que Sofía estaba muy ocupada con su pelo.


—Para un segundo —le dijo su hermana—. Ya casi he terminado.


—Eso dijiste hace una hora —¿Por qué no se libraba Bella de Pedro de una vez?


—Paula no puede salir —oyó decir a Bella, que seguidamente intentó cerrar la puerta.


—¿Puedes acabar ya, Sofi? —pidió Paula, sin poder estarse quieta en la banqueta.


—Ya casi está. ¿Qué te pasa? ¿Por qué no quieres ir con él? — Sofía dió un paso atrás—. Ya. Estás muy bien. Creo. No, en serio. Estás muy bien.


Paula se tragó el comentario. Sofía intentaba ser una gran peluquera y con alguien tenía que practicar.


—¿Cuántos colores me has puesto?


Pero Sofía ya había desaparecido, murmurando algo de que no quería que la vieran en camisón. Paula se asomó por la puerta para ver cómo se las estaba apañando Bella, y descubrió que su hermana tenía cara de pocos amigos, pero que Pedro estaba intentando entretenerla dándole conversación con un pie entre la puerta y la jamba, para que no la cerrara.

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