lunes, 6 de noviembre de 2023

Irresistible: Capítulo 32

 —Podías habérmelo dicho, en lugar de dejar que pensara...


—¿Que pensaras el qué? —ella echó los hombros hacia atrás—. No es mi proyecto, y Eduardo lleva muy en secreto esto de los crucigramas.


—Oh, Pau, ¿Tenía que haberlo guardado en secreto? —Sofía parecía disgustada de verdad—. Pensé que puesto que Pedro es el nieto de Eduardo...


—No importa —suspiró Paula, dejándolo pasar.


Para sus hermanas, Pedro era sólo el nieto de Eduardo, que trabajaba en el extranjero, por eso Sofía no había comprendido por qué tenían que mantenerlo alejado de aquello. Ella no sabía que Paula tenía que librarse de él antes de saltar sobre él y suplicarle que volviera a besarla.


—No quiero disgustar a mi abuelo —dijo él, con calma, y eso tranquilizó a Paula.


—Lo sé. Lo siento. Se trata de una participación en un concurso... —sacó de la bolsa de arpillera las hojas de preguntas y respuestas de Eduardo, y las dejó sobre la mesita de centro—. Esto es.


Bella ojeó los papeles y dijo:


—¿Entonces tenemos que cortar cada pregunta y cada respuesta por separado, y después tratar de unirlas? ¿Y buscar las horizontales y verticales, y todo lo demás?


—Eso parece. He preparado una hoja en blanco para que vayamos apuntando lo que logremos resolver.


—¿Por qué es esto tan importante? —Pedro tomó una de las hojas para examinarla.


—Se trata del concurso de crucigramas más importante de Australia —Paula hizo una mueca—. Mil preguntas y respuestas. Lleva trabajando en ello casi dos años. No sería justo que no lograra entrar en el concurso cuando estaba tan cerca de lograrlo.


Pedro sacudió la cabeza.


—Pero tendrá alguna copia del crucigrama completo en algún lado...


—Casi completo... Sí. Tenía una en su ordenador, y otro archivo con las preguntas y respuestas desordenadas —Eduardo casi se volvió loco cuando se dió cuenta de que había borrado sin querer la única copia que tenía—. Borró sin querer el archivo; llamamos a un técnico pero no se pudo hacer nada. Estaba perdido.


—¿No había hecho copia de seguridad? —preguntó, incrédulo, Pedro.


—No. Yo sí lo hago, pero Eduardo no se toma esas cosas muy en serio.


Sofía se dirigió a la cocina.


—Puedo hacer unas tortillas y algo más para cenar. Eso nos animará. He encontrado una página web con un montón de recetas rápidas.


—A mí lo que me apetece es pizza —Bella se frotó el estómago y se relamió—. De queso y pepperoni. Yum.


—Yo mataría por arroz —Paula tenía que detener a Sofía antes de que entrara en la cocina, o las consecuencias serían terribles.

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