lunes, 20 de noviembre de 2023

Irresistible: Capítulo 62

 —Ya veo —«No te quieres marchar hasta estar seguro de que no estoy embarazada de tí»—. Podrías explicar la situación a tu sustituto.


—Eso no bastará —Pedro paseó por la cocina y después dijo—. Acéptalo. Acéptalo igual que aceptaste que lo de anoche era lo que deseabas y lo que querías.


«Sí, deseaba lo que pasó anoche, pero lo que más deseo es una vida entera de noches así. Quiero estar en tus brazos y sentir que has encontrado la paz a mi lado. Eso es lo que necesito, y no puedo tenerlo».


—Ayer dejaste bien claro que no hay nada para nosotros más que anoche —dijo ella, encogiéndose de hombros, como si no le importase—. ¿O es que has cambiado de idea? ¿Es que quieres quedarte...?


—No puedo —levantó las manos y las dejó caer a los lados—. Dios sabe que no puedo.


Él había sido quién había sacado el tema, así que ahora ella no lo dejaría hasta que no encontrase todas las respuestas que necesitaba.


—Dios puede saberlo, pero yo no soy Dios. Si voy a seguir trabajando contigo hasta que un día decidas que te marchas, creo que tengo derecho a saber la verdad.


Él no respondió inmediatamente, pero al cabo de unos segundos respondió:


—Al diablo —fue a la habitación de su abuelo y volvió con una foto en un retrato. Se la pasó como si le quemara en las manos—. Es mi madre. Mi padre la abandonó, nos abandonó, cuando yo era un bebé.


—Lo siento —Eduardo nunca le había hablado de su hija—. ¿Tienes contacto con tu padre?


—No, si tan poco le importábamos, creo que no tendría sentido.


Paula comprendió sus sentimientos y su dolor.


—¿Y tu madre?


—Se suicidó. Yo tenía ocho años, me puso en un taxi camino de casa de Eduardo y se atiborró a pastillas —rió sarcásticamente—. Supongo que yo tampoco era suficiente para que se quedara.


—Oh, Pedro, no. Seguro que no fue eso. Tuvo que haber algo más.


—La razón es que destrozo todas las relaciones que toco. Hago daño a la gente que me importa, y están mejor sin mí. Por eso lo de anoche fue un error. Los dos estábamos descontrolados, pero no podemos dejar que vuelva a pasar.


«No puede volver a pasar»: Ése había sido el resumen de Pedro de su noche de pasión.


No hay comentarios:

Publicar un comentario