viernes, 3 de noviembre de 2023

Irresistible: Capítulo 26

 -Independientemente de que tus hermanas estén en casa o no, te voy a llevar —algo primitivo y posesivo empezó a crecer en su interior—. Así que no discutas.


-Podrías ser un poco menos autoritario a veces, pero acepto que me lleves, puesto que tanto insistes —Paula miró de reojo a Pedro—. Y en cuanto a tu pregunta, compartimos el piso superior de una casa.


¿Pero quién quería hablar de nada cuando sus sentidos aún estaban sufriendo los efectos del huracán? ¡Qué beso! Todo su cuerpo palpitaba, pues Pedro lo había despertado de repente a la vida en esos escasos segundos en el pasillo. Su beso había sido algo más que la unión física de dos bocas. «Pero te preguntó qué llevabas en la bolsa justo después. Tal vez te besó para pillarte con la guardia baja y obtener una respuesta». No importaba lo que le hubiera motivado. Bueno, claro que importaba, pero el beso le había afectado tanto a él como a ella.


—¿Y dónde está esa casa? —la pregunta era suficientemente inocua, pero él la miraba de un modo que a ella le provocó un escalofrío delicioso. Parecía estar advirtiéndole: «Si me das un solo motivo, empezaré otra vez».


—Hum... —ella casi deseaba empezar a provocarlo para ver qué pasaba, pero... Eso no era lo que debía hacer.


«Él no va a quedarse. Pero... ¿Por qué no hacer lo que sugirió el lunes y tener una relación temporal con él? Paula se veía tentada, lo cual era bastante sorprendente, porque nunca había tenido relaciones de ese tipo.


—Ah, la dirección... —le dijo cómo llegar a su casa con la voz aún entrecortada. 


Y sí, esperaba que sus hermanas estuvieran allí. Habían estado hablando de él, pero aún tenía dudas sobre lo de presentarles a Pedro. No lo haría si podía evitarlo. Al darse cuenta de lo posesiva y celosa de su reacción, se llevó la mano a la boca. Bella y Sofía eran auténticas bellezas, mientras que Paula era... sólo Paula. Pero ella ya lo había aceptado y nunca antes había mantenido a un hombre apartado de ellas. «Eso es porque es la primera vez que te importa perderlo». Tuvo que admitir para sí misma que era cierto, pero sus hermanas nunca habían tratado de robarle la atención de ningún hombre, aunque esto fuera a ocurrir inevitablemente. Incluso sus padres, que no eran un ejemplo de dedicación, habían preferido a Sofía y a Bella antes que a Paula, hasta que ella los llevó a abandonar a sus tres hijas.

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