miércoles, 27 de julio de 2022

Tú Me Haces Falta: Capítulo 40

 —He estado muy ocupado. ¿Quién los ha hecho venir aquí esta noche? —preguntó Pedro como si no lo supiera.


—Nadie que usted conozca. ¿Quién es la señorita? ¿Es una actriz, señor Alfonso? ¿O es una modelo? ¿Qué historia es?


—¿Quién ha dicho que haya una historia? —entonces, Pedro sonrió maliciosamente para asegurarse de que supieran que estaba bromeando—. Somos dos buenos amigos que han salido a pasar una tranquila noche por ahí.


—¿Y cuánto tiempo llevan siendo buenos amigos, señor Alfonso? 


Pero Pedro, con lo que había dicho, ya había despertado su interés; por lo tanto, en vez de contestar, entró con Paula en el club. Hacía un par de años que no iba por allí, pero le saludaron como a un viejo amigo. Ella, después de dejar el abrigo en el guardarropa, se reunió con él.


—¿En serio mi foto va a salir en los periódicos? —susurró ella mientras les conducían a su mesa.


—Probablemente. A menos que ocurra algo realmente interesante esta noche.


—¿Como qué?


Como alguien dándole un puñetazo a Ivi Blake. Le había quitado una botella de champán a uno de los camareros y la estaba agitando con violencia entre gritos de sus compañeros. La botella se abrió con un torrente de burbujas, pero todos parecían muy contentos. El maître siguió la mirada de Pedro.


—El señor Blake está celebrando el lanzamiento de un nuevo programa de televisión.


—El señor Blake va a tener problemas si no se comporta como es debido —declaró Paula.


Pedro la miró.


—Tranquila, cariño —a continuación se volvió a Antonio—. Preferiría que no lo celebrase con nosotros. Por favor, Antonio, tan lejos de ese grupo como pueda ponernos.


—Por supuesto, señor Alfonso. Al momento de llamarnos, le reservé una mesa delante de la pista de baile.


Paula detuvo sus pasos.


—Pero yo creía que...


—Un poco de paciencia, Paula —dijo Pedro siguiendo al maître, a través de la multitud, hasta una pequeña mesa preparada para dos personas en el mejor sitio del establecimiento.


Pero la mirada de Paula estaba fija en Ivi Blake, y Pedro le tocó la mano para atraer su atención, al menos por el momento.


—Recuerda, tenías otros planes. Y no tenías ni idea de que te iba a traer aquí. Y no es necesario que te lo quedes mirando, Blake acabará viéndote. 


Y entonces, ¿Qué iba a hacer él? ¿Entregársela y marcharse? El sentido común le decía que eso era lo que debía hacer, pero aquella noche el sentido común parecía haberlo abandonado. Un hombre sabio y con sentido común no se habría metido en aquel lío, un hombre con sentido común habría sugerido a Paula Chaves hacer las maletas, meterse en el primer tren y volver a su casa. Allí sólo le esperaba mal de amores. 

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