lunes, 23 de agosto de 2021

El Candidato Ideal: Capítulo 16

 Se levantó y le dió unas palmaditas en la espalda.


—Cuando salgas habla con Karen y ella te dará cita para nuestro próximo encuentro.


Cuando Carmen se hubo marchado, Paula llamó a Karen por el intercomunicador.


—¿Puedes llamar a Ariel, Karen?


—No creo que sea el mejor momento —dijo su voz a través del aparato—. Tenemos un montón de correspondencia atrasada que responder.


Paula oyó crujir la silla de Karen antes de verla entrar por la puerta de su oficina con una taza de manzanilla recién hecha en una mano, y un montón de faxes en la otra.


—¿Qué me traes, cariño? —preguntó Paula.



—Faxes.


Paula tomó una bocanada de aire para calmarse.


—¿Y qué dicen?


—El primero es de Ariel, diciendo que Mister Golfista Profesional ha rescindido la relación laboral con su firma. Y pide confirmación de la cita habitual para tomar unas copas en Fables esta noche —Karen la miró arqueando las cejas, inquisitiva.


Paula asintió con la cabeza sin dudarlo.


—Por supuesto. Continúa.


—El siguiente es de Mister Golfista Profesional diciendo que se viene con nosotros. Parece que le ha mandado el mismo fax a todos los socios.


—Normal —gruñó Paula, sintiendo que se hundía poco a poco en las arenas movedizas que rodeaban a Pedro Alfonso.


—Ah... ¡Ariel debe de haberse enterado de qué bufete representa ahora a Pedro!... En este otro hay unas cuantas palabras malsonantes —Karen miró a Paula con cara traviesa—. Pero este último de Mister Golfista Profesional, es sólo para tus ojos. Y parece... Una receta de la mujer perfecta.


—¡Dame eso! —gritó Paula.


Karen no soltó el papel.


—¿Qué dice? —preguntó Paula.


—Dice lo siguiente:


"Estimada señorita Chaves: Tras nuestra charla de esta mañana he pensado que podía darle unas cuantas ideas para que trabaje sobre ellas. Cuando empiece a hacer planes para mi renovación, por favor recuerde que tenemos que buscar a una persona con las siguientes características, no negociables: Buen aspecto físico. Capaz de articular dos frases seguidas. Al menos debe llegarme a la barbilla sin tacones; (a causa de una antigua lesión no puedo inclinar el cuello durante un espacio de tiempo prolongado). Con empleo. Espero que eso le dé alguna pista de por dónde empezar. Un saludo, Pedro."


Una de sus grandes ideas ¿Cómo se había metido Paula en aquel lío?


—¿Va en serio? —dijo Kaen dejándose caer en una silla llorando de risa.


—Siento no poder contestarte a eso.


 —Si tuvieras que enumerar en una lista las cualidades de tu hombre perfecto, ¿Qué pondrías?


—¿Vas en serio? —Paula supo que no la dejaría en paz—. Bueno, si tuviera que reducir a mi pareja perfecta a una simple lista, él sería serio, comprometido, optimista, comprensivo y amable. Se acordaría del cumpleaños de mis padres y cedería su asiento de ventanilla en el avión.


—Parecen más las cualidades de un buen párroco que de un buen marido, pero desafortunadamente puedo imaginarme quién es.


Paula también podía hacerlo, y daba gracias por ello.


—Al menos es más específico que toda esa basura. ¿Y tú?


—¿No me has oído hablar del maravilloso trasero del señor Alfonso hace un rato? Y ahora veo que además del trasero, también tiene una mente tortuosa. Tu señor Alfonso es la persona ideal con la que encontrase en un callejón oscuro.


—No te imagines cosas raras, Karen. Él no es «Mi» señor Alfonso —si aquella chica no fuera la ayudante más astuta con la que había trabajado nunca...


—Pero ahora es nuestro cliente.


—Eso parece.


—Fantástico.


Paula esperaba que Karen, que se negaba a ponerse faldas y tacones por considerarlos una imposición de los hombres a las mujeres, sería la mayor ofendida por la ridícula lista de Pedro. En su lugar, parecía haber sucumbido ante sus encantos más evidentes.


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