viernes, 20 de agosto de 2021

El Candidato Ideal: Capítulo 15

 —Tal vez haya en él algo más de lo que dice su expediente — dijo Karen encogiéndose de hombros.


—¿Te das cuenta de que estás hablando de un hombre?


—¡Y qué hombre!


Paula señaló la puerta de su despacho con el dedo.


—Largo.


Karen levantó su minúsculo cuerpecito de la enorme silla.


—Sí, señora.


Paula volvió a mirar el reloj.


—Dile a Carmen Gold que pase y, tan pronto como haya acabado con ella, ponme con Ariel Campbell.


Karen dió la vuelta y la miró divertida.


—¿El abogado de Alfonso?


—El mismo.


Karen le guiñó un ojo.


—Sin problemas, jefa.


Paula pasó los cincuenta minutos siguientes con Carmen Gold, que había pasado quince años al lado de un hombre que hizo fortuna en el negocio de la pasta dentífrica. Ella era dulce, maternal y no tenía ni idea de cómo había llegado a verse en el despacho de un abogado hablando de divorcio. Estaba contenta de que Carmen hubiera acudido a ella por que sabía que la trataría con mucho cuidado, que la acompañaría a lo largo del proceso de forma lenta y segura. Y que dejaría al donjuán de su marido para el arrastre.


—Pero eso. ¿En qué convierte mis últimos quince años de vida? —preguntó Carmen—. ¿En una pérdida de tiempo? No puedo soportar la idea.


—Sí que puedes soportarlo, Carmen, porque no ha sido una pérdida de tiempo. Ha sido una estupenda lección. Él va a pagar por su error y tú saldrás de todo esto con conocimiento y experiencia, y una fortuna para cubrirte las espaldas.


—¿Para qué sirve el dinero si no tengo a Jorge? No puedo hacerle su comida favorita a un montón de millones, no puedo apoyar la cabeza en el hombro de una cuenta corriente mientras veo una película. Las personas son lo que realmente cuenta, lo que te da la vida. El dinero no tiene memoria.


¿Qué podía decir Paula ante esto? Aquella pobre mujer tenía las ideas muy claras. Sólo podía decirle qué tenía que saber que el futuro también contaba, que el hombre ideal estaba ahí fuera, esperándola. Nunca había perdido un cliente y no estaba dispuesta a empezar entonces.


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