miércoles, 4 de noviembre de 2020

Otra Oportunidad: Capítulo 38

 –Por supuesto –intervino Paula–. Además, no es complicado. Mi médico quiere que tome los medicamentos, duerma y descanse. Nada más.

 

–Parece muy aburrido.

 

–Lo es –repuso Paula–. Me temo que me estoy convirtiendo en una adicta a la televisión.

 

–El descanso es muy importante para que te recuperes –les recordó Pedro con seriedad.


 –Sí, pero puede hacer otras cosas. Siempre y cuando se lo tome con calma –le dijo Brenda–. A ver qué se me ocurre.

 

–Brenda... –le advirtió Pedro.


 –Relájate, Paula estará bien –le aseguró la mujer–. Y ahora vete antes de que te echemos.


 –De acuerdo, me voy –repuso levantando las manos en señal de rendición.


En cuanto se cerró la puerta, Brenda se sentó en el sofá.

 

–Siento lo de tu caída.

 

–Gracias. Supongo que estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado.


 –Bueno, ahora estás en el lugar correcto. Hood Hamlet te vendrá muy bien. Antes de que te des cuenta, estarás dando un paseo por la calle principal.

 

–Estoy deseándolo –le dijo mientras admiraba su anillo de diamantes– . Muchas felicidades por tu compromiso.


 –Gracias –contestó Brenda sonriendo–. Aún no me lo creo. ¡Me caso!

 

–¿Ya han fijado una fecha para la boda?

 

–Sí, será el sábado antes de Navidad. Diego me pidió en matrimonio el día de Navidad, así que será justo un año después. No llevábamos mucho tiempo cuando me lo propuso, por eso decidimos esperar un año para casarnos.


Le pareció inteligente por su parte. Creía que un año era tiempo suficiente para conocer a alguien de verdad.

 

–Pedro me dijo que estás en el equipo de rescate. ¿Tu novio también lo está?


 –No. Le gusta escalar y pensó en unirse al equipo, pero cree que necesito algo que sea solo mío porque además trabajamos juntos el resto del tiempo.

 

–Un chico listo.

 

–Sí, muy listo y muy guapo –le dijo Brenda–. Es como si me hubiera tocado la lotería.

 

–Conozco esa sensación muy bien.


 –¿Te pasó con Pedro?


Él la había tratado con mucho respeto desde que se conocieron. Era algo que no había tenido con ningún otro hombre. Tenía muchos recuerdos bonitos con él. No entendía cómo había terminado tan mal. Miró a su cuidadora y asintió con la cabeza.

 

–¿Cómo se conocieron? –le preguntó Brenda.

 

–Estaba en un encuentro para escaladores en las montañas de Red Rock. Entonces vivíamos los dos en Seattle y nos presentó un amigo que teníamos en común. Y después coincidimos en el mismo grupo de escalada.


 –Debió de ser el destino.

 

–Sí, el destino tiene un sentido del humor muy cruel.

 

Brenda frunció el ceño.

 

–Pedro nos dijo que se van a divorciar. He llegado a conocerlo bastante bien durante estos últimos meses. Al principio pensé que era demasiado serio, pero es un buen tipo.

 

–Sí, lo es. De otro modo, no estaría cuidando de su futura ex mujer –le dijo Paula.

 

–Sé que no es asunto mío, pero tengo que preguntar. ¿Existe la posibilidad de que se reconcilien?

 

Le dió un vuelco el corazón. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario