lunes, 22 de noviembre de 2021

Tuyo Es Mi Corazón: Capítulo 51

 –Era un cumplido –le aclaró Pedro.


–Claro.


–Claro que sí, créeme. Cuesta mucho distraerme. Soy famoso por mi capacidad de concentración.


–En ese caso, tendré que sentirme halagada –replicó con incredulidad.


Pedro dejó escapar un suspiro de exasperación. Pero en ese momento, apareció frente a ellos un coche que acababa de doblar una curva, deslumbrándolos con sus faros.


–Parece que nos está haciendo señas –comentó Pedro mientras disminuía la velocidad.


El coche que se acercaba también aminoró la marcha. Cuando se cruzaron, el conductor detuvo su vehículo y bajó la ventanilla.


–Hay un árbol caído cortando la carretera –les explicó–. La carretera está bloqueada y el río se ha salido del cauce. Lo más prudente es esperar a que la situación se arregle.


–Gracias.


Pedro subió la ventanilla y se volvió hacia Paula.


–¿Quieres que volvamos?


–¡No! –contestó Paula, pensando aterrada en el baile.


–Interesante opción, para ser una chica que adora las fiestas.


Pedro meditó durante algunos segundos en silencio, volvió a poner el coche en marcha y giró en medio de la carretera.


–He dicho que no quiero volver.


–Tranquilízate. Conozco un pueblo en el que podemos pasar la noche. Estuve jugando al cricket allí en una ocasión. El pub tiene habitaciones. Lo único que tenemos que hacer es encontrarlo.


–Oh.


Pedro no volvió a decir nada hasta que se encontraron en un camino bordeado de farolas. Aparecieron frente a ellos algunas casas aisladas, situadas a las afueras del pueblo.


–Es allí –dijo Pedro con satisfacción.


La lluvia azotaba el parabrisas, pero aun así, distinguieron sin dificultad las luces intermitentes del pub.


–Esto parece el fin del mundo –musitó Paula, estremecida.


–Tonterías. Este lugar es propio de una novela de Dickens. Pero te sentirás mejor en cuanto estemos a salvo de la tormenta.


Y tenía razón. 

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