miércoles, 7 de febrero de 2024

El Elegido: Capítulo 4

Paula miró una vez más a Macarena que le hizo un gesto afirmativo.


-Quiero que me ayudes a salir con alguien de tu empresa.


Paula arrugó la cara esperando el inevitable «No».


 -Claro -respondió Pablo.


-¿De verdad? -Paula estaba demasiado atónita para creerlo.


-Por supuesto. Es ese Diego, de gestión de nóminas, que siempre te ha gustado ¿Verdad?


-Para empezar no es Diego. No seas gracioso. 


-Vamos, Pablo -dijo Macarena apoyando a su amiga-, ya sabes que le gustan los hombres altos, morenos y guapos. Diego es... Bueno, no encaja. 


-¿Entonces quién?


Paula le explicó entonces la inspirada teoría que tenía y a continuación su infalible plan, con tanta emoción que Pablo no tuvo más remedio que creerla.


-Estás hablando en serio, ¿Verdad?


-Totalmente -dijo Macarena-. Ya he consultado los astros y Pau está predispuesta.


Pablo alzó las cejas también. Macarena le dió un manotazo en el muslo, juguetona.


-Predispuesta a un gran cambio, idiota. Esto es serio, Pablo. Ya va siendo mayorcita.


-Tiene veintisiete años.


-Y yo quiero ser una dama de honor joven y guapa. 


-Están locas las dos. No debería dejar que pasaran tanto tiempo juntas. Es un peligro para el futuro de la humanidad.


-Pero lo harás, ¿Verdad, cielo?



Así que a la noche siguiente Paula entraba del brazo del marido de su mejor amiga en el club Fun & Games. Vestida para matar con un vestido de seda negro, ceñido, sin tirantes y con una vertiginosa abertura lateral.


-¿Has pensado en alguien especial para mí esta noche? -le preguntó Paula a Pablo en voz alta, para hacerse oír por encima de la música.


-De hecho, puse tu foto en la pared del cuarto de baño con una nota que decía que estarías aquí esta noche. Así podrían venir ellos a tí directamente.


-No es gracioso -dijo Paula pellizcando a Pablo en el brazo-. ¿Por qué se celebra la fiesta aquí?


-Es uno de nuestros clubes. Una idea de Alf. Celebramos este tipo de eventos en clubes de nuestra propiedad que disponen de salas de conferencias y así sacamos doble beneficio.


-Ingenioso. Es una pena que el holding de empresas Alfonso organice todos estos eventos de forma interna. Podría hacer maravillas con el presupuesto que deben tener disponible. ¿Vendrá tu jefe esta noche?


-¿Alf? Lo siento, Paula, puedes tacharlo de tu lista. Lleva varios años dirigiendo las operaciones internacionales desde Nueva Orleans.


-Apuesto a que él sí que es alto, moreno y guapo -dijo Paula poniendo pucheros lo que hizo que Pablo sonriera; lo más probable era que su jefe fuera un hombre casado, adicto al trabajo, padre de tres hijos llorones, con una gran barriga y la tensión alta. 


La tomó de la mano y la condujo entre la marea de hacia la sala de conferencias situada en el fondo del club. En aquella sala, la música ensordecedora se vio sustituida por un murmullo ahogado de alegres voces que llegaban de la zona de baile tras las paredes insonorizadas.

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