lunes, 19 de febrero de 2024

El Elegido: Capítulo 29

 Le costó sólo un momento encontrar a las dos mujeres junto a la barra del bar. La más joven, rubia con el pelo rizado y los delgados hombros cubiertos por una boa de plumas rosa prácticamente lo estaba devorando con los ojos, mientras que la morena de larga melena lacia de color avellana embutida en un ceñido vestido de tonos azules se miraba los pies aparentemente fascinada. Pedro inspiró profundamente, irguió los hombros y fue al encuentro de ambas.


La mirada de Pedro, normalmente segura, se mostraba incierta, y no dejaba de sacudir las manos dentro de sus bolsillos, lo que hizo pensar a Paula que, por una vez, Pedro Alfonso no estaba seguro de sí mismo. Entre la gente bohemia presente en la galena se sentía en su ambiente mientras que él estaba visiblemente incómodo. Igual que ella el día que asistió a la velada de boxeo. Paula sonrió para sí. Estaban empatados. Supuso que probablemente se vena demasiado elegante para la ocasión pero estaba realmente espectacular con aquel traje oscuro, camisa blanca y corbata azul lavanda. Pedro hizo un gesto de saludo y Paula se lo devolvió aunque apenas lo miró. Sabía que Lara estaría sonriendo expresivamente a su lado y en ese mismo instante notó que le clavaba el codo en las costillas.


-Pedro, ésta es mi asistente, Lara Lane. Lara, éste es Pedro Alfonso, de Alfonso.


-Encantada, Pedro -dijo Lara estrechándole la mano con las uñas pintadas de rosa.


-El placer es todo mío, Lara -dijo Pedro, exhibiendo sus espectaculares hoyuelos.


-Nunca pensé que el hombre tras Alfonso fuera tan joven, y tan atractivo. Sea como sea, eres un soplo de aire fresco entre tanto viejo.


Paula trató de no reírse ante los esfuerzos de Lara por parecer sofisticada. Pedro se inclinó hacia Lara para hablarle en voz baja como si de un secreto se tratase.


-En realidad, es la primera vez que vengo a uno de estos actos.


-¿De veras? -respondió Lara entre murmullos-. ¿Y qué te ha traído aquí esta noche?


-La adorable dirección de Séptimo Cielo ha tenido el detalle de invitarme.


-Eso no es cierto -dijo Paula alzando la vista y mirándolo fijamente mientras Lara llamaba su atención con una discreta tos-. Quiero decir que no recuerdo haber visto …


Pedor se metió la mano en el bolsillo de la chaqueta Jaet y sacó la invitación. Paula la tomó y vio que iba dirigida al presidente de la Fundación «Ayuda a un acto una familia», el principal beneficiario de lo que recaudara esa noche. Lo miró de frente.


-¿Eres tú? 


-Soy yo.


-Pero esa fundación es maravillosa.

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