miércoles, 31 de mayo de 2023

Falso Compromiso: Capítulo 25

Paula no podía creerlo. Pedro había ganado el premio que ella tanto deseaba. Era injusto. Él tenía dinero más que de sobra para pagarse sus vacaciones, incluso comprarse una isla si quería. ¿Por qué no se había sentado ella en la silla ganadora? Además, se había llevado una gran decepción, se había negado a acotarse con ella. Estaba decepcionada. ¿Había sido un error confesarle que era virgen? Aún no sabía por qué se lo había dicho, se le había escapado en un momento de distracción. Entre la magia de la fiesta, la compañía de Pedro y el champán se le había soltado la lengua. ¡Cómo se le había ocurrido decir eso! Había perdido el sentido y se había entregado a sus emociones. Emociones nuevas para ella. Y había fantaseado con la idea de ser la amante de él. Para disfrutar esos besos y mucho más. Para que las manos de él le acariciaran todo el cuerpo, para que la poseyera y le procurara la clase de placer que solo había sentido sola, masturbándose, y que nunca la había dejado completamente satisfecha. Hacer el amor con Pedro sería más que satisfactorio. ¿Cómo no iba a serlo? El beso que él le había dado había despertado en ella un deseo que necesitaba ser saciado. Le enseñó a Pedro el mensaje de Karina, la editora jefa.


–¿Lo ves? Tu silla era la del premio. Como no tenían el número de tu móvil, me han enviado a mí el mensaje.


Pedro se inclinó hacia delante para leer el texto.


–¿Podrían volver a rifarlo? 


–¿No lo quieres? –preguntó Abby con el ceño fruncido.


–No me apetece tanto como a tí. 


Paula volvió a leer el mensaje.


–Al parecer, el premio tiene un plazo, un mes.


–¿Es transferible?


–¿Transferible?


–¿Podría dártelo a tí en vez de ir yo? –preguntó Pedro.


Era un gesto muy generoso, pero… ¿Cómo iba a ir ella sola? ¿Quién iba solo de vacaciones a una isla privada? Además, sus compañeros de la revista supondrían que iría con Pedro y que subiría fotos en su blog. Resultaría muy extraño no hacerlo. La alternativa sería ir con una amiga, pero… ¿Qué diría la gente? Pedro había dicho que no estaba interesado en tener relaciones con ella, así que no querría acompañarla en el viaje. Volvía a enfrentarse al mismo dilema. Irse de vacaciones sola era lo mismo que haber ido a la fiesta sola.


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