lunes, 29 de mayo de 2023

Falso Compromiso: Capítulo 18

Paula sabía que Pedro solo decía eso por la proximidad a ellos de otros invitados. Por supuesto, como supuesto novio suyo, debía decirle cosas bonitas. Cosas maravillosas. Cosas que nunca nadie le había dicho. Pedro estaba representando muy bien su papel. Pero… ¡Cómo le gustaría que le dijera todo eso sintiéndolo! ¿Cuándo le habían dicho que era preciosa? Sabía que era normal, que pasaba desapercibida. Pero sería fantástico que Luke creyera de verdad que era la mujer más bella de la fiesta, como Cenicienta. «Te has vuelto completamente loca». «Sí, sí, lo sé. Pero lo ha dicho con tanta sinceridad…» 


–Gracias –Paula sonrió–. Pero no creo que pueda comer nada con este vestido, la cremallera me estallaría.


–¡Paula! –Karina Kirby, la editora jefa, se les había acercado y procedió a dar dos besos a Paula en la mejilla–. Me muero de ganas de que me presentes a tu hombre perfecto –la mujer dedicó una deslumbrante sonrisa a Pedro y le dió la mano–. Nos gustaría hacerle una entrevista tan pronto como sea posible. Su trabajo es extraordinario. La amiga de una amiga logró sobrevivir gracias a la operación en el cerebro que le hicieron con ese diminuto brazo robótico que usted inventó. Lo arreglaré todo para que le entrevisten. Paula me dará su teléfono y demás y haremos…


–No concedo entrevistas –la interrumpió Pedro.


Karina lo miró como si acabara de decir que no respiraba aire.


–Debe concedérnosla a nosotros. Todo el mundo quiere saber todo lo posible sobre su noviazgo con Paula. Ahora que sabemos quién es, necesitamos que nos cuente su versión de cómo es su relación con ella. Podría escribir un blog, como invitado, dando consejos sobre las relaciones amorosas. Será fabuloso.


–Lo siento, eso no me interesa.


Karina, sin darse por vencida, apartó los ojos de él para clavarlos en Paula.


–Convéncele, cielo. Es muy interesante y también guapísimo. No me extraña que lo hayas tenido escondido todo este tiempo. Yo tampoco querría compartirlo con nadie.


–Ya veré lo que puedo hacer –Paula forzó una sonrisa.


Una vez que Karina se hubo marchado, Pedro le puso una mano en la espalda y, al hablar, lo hizo con completa frialdad.


–¿Vas a obligarme a repetirme?


–No. Lo he entendido perfectamente, nada de entrevistas –contestó Paula alzando los ojos al techo.


Pedro lanzó un suspiro.


–Necesito una copa. 

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