lunes, 15 de mayo de 2023

Inevitable Atracción: Capítulo 69

 —Claro —tenía sentido; lo que pasaba es que no recordaba a ninguna mujer que conociera que hubiera hecho algo semejante. 


Bueno, ninguna había perfilado un negocio de ese tamaño en una mañana. Esperó que Paula sugiriera que se vieran la noche siguiente, tal como habría hecho otra mujer si hubiera cancelado una cena con él. Jamás oyó la sugerencia.


—¿Puedes darme algunas cifras a tiempo? —pidió Paula—. Me gustaría ser capaz de proporcionarles una idea aproximada del trato que podemos ofrecerles; tú sabrás mejor qué yo hasta dónde llegamos.


—Claro —tuvo que contener una sonrisa por el modo en que le había encargado esa tarea, como si él fuera el que estuviera a prueba. Era graciosa, brillante y apasionada; cuando pensaba que la conocía bien, volvía a sorprenderlo. ¿Por qué no podía disfrutar de esa relación tal como era? ¿Por qué tuvo que ser tan paranoico esa mañana?—. Mira —añadió de pronto—, ¿Por qué no cenas conmigo esta noche y tratamos el asunto? Cambiaré mi cita con Juliana. Esto es importante.


—Me encantaría, Pedro, pero no creo que nos sea de mucha ayuda. Ya son más de las cuatro y media... No podrás obtener los datos a tiempo. ¿Por qué no lo hablamos mañana durante el almuerzo? —la expresión de su cara hizo que todo valiera la pena. Tuvo la certeza de que a él ni siquiera se le había pasado por la cabeza una negativa. Le sonrió con candidez—. Anoche me lo pasé muy bien, Pedro —continuó con amabilidad—, pero esto es realmente importante. Necesito dormir bien si quiero llevar a cabo un buen trabajo. Quizá podamos cenar juntos alguna otra noche. ¿Y me tendrás las cifras mañana al mediodía? Estupendo.


Pedro la miraba con expresión perdida. ¿Es que nadie lo había rechazado jamás? Bueno, le vendría bien. Y si no, a ella sí que le sentaba de maravilla. Puede que no le gustara la idea de que cenara con Juliana, pero menos le gustaba obedecer cada vez que él chasqueaba los dedos.


—Me encanta que disfrutaras —repuso él con sarcasmo—. Me ocuparé de conseguirte esas cifras. Nos veremos en el almuerzo.




Paula pasó la velada recordando la noche anterior al tiempo que intentaba no pensar en Pedro en compañía de Juliana. Le había dicho que no pensaba besarla, pero, ¿Y si su vieja amiga lo besaba primero y él consideraba que era de buena educación devolverle el beso? Le resultó imposible imaginarse a Pedro luchando por separarse. ¿Y si una cosa llevaba a otra?



Pedro pasó la primera parte de la velada recordando la noche anterior y deseando no haber sido tan idiota para postergar la segunda. Jamás había pensado en Juliana como un felpudo, pero de repente se dio cuenta de que ella aceptaba todo lo que él decía. Al llegar a los postres, Juliana realizó el primer comentario interesante de la noche. Bueno, «Interesante» no, sino aterrador. 

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