miércoles, 14 de septiembre de 2022

Un Gran Equipo: Capítulo 54

 –No –respondió Paula–. Bueno, sí, he borrado unos chistes verdes que me habían enviado por correo.


–Sé que has estado muy ocupada con los niños en los últimos meses, pero antes de eso, ¿Solías salir con la gente del departamento?


–¿Salir?


–A tomar copas, al karaoke los viernes o algo así.


Paula imaginó a Adrián Jenner o Parnelli imitando a Michael Jackson y puso cara de susto.


–No, nunca.


–¿Los conoces bien?


–La verdad es que no –respondió, sorprendida por la dirección que estaba tomando la conversación.


–¿Sabes si alguno de ellos juega a las cartas?


–¿Estás buscando compañeros para jugar al póquer? Pedro, no te ofendas, pero te portas de una manera muy rara. ¿Es por esa anomalía?


–Lo siento mucho –se disculpó él–. La verdad es que estoy dándole vueltas a algo… En fin, no importa.


–¿Seguro?


Pedro asintió con la cabeza.


–Por cierto, se me ha ocurrido cuándo puedes conocer a mi madre.


–Ah, muy bien –Paula se preguntó si había cambiado de tema a propósito o si los dos temas estaban unidos en su cerebro.


–El sábado tengo que ir a una fiesta y me encantaría que fueras conmigo, pero…


Quería pedírselo y no sabía cómo hacerlo, estaba claro.


–Te refieres a la fiesta que organizan Silvana y Juan Manuel, ¿No?


–Eso es. Seguramente sería raro para tí conocer a mi madre y a mi mejor amigo la misma noche… En una fiesta que organizan Juan Manuel y la mujer con la que estuve prometido. Además, tendrías que contratar a una niñera. En otras circunstancias, mi madre se hubiera quedado con los niños, pero tiene que ir a la fiesta. Es como una segunda madre para Juan Manuel y…


–¡Pedro!


–¿Sí?


–Estás hablando como un papagayo –Paula tenía que hacer un esfuerzo para contener la risa–. Y es muy gracioso, pero totalmente innecesario. ¿Quieres que vaya contigo?


–Sí –respondió él–. Me gustaría que vinieras conmigo.


–Entonces, allí estaré. Si yo tuviera que enfrentarme con mi ex prometido, me gustaría ir con alguien guapísimo a mi lado. Y sé que podría contar con tu ayuda.


Pedro alargó la mano para enredar los dedos con los suyos.


–Puedes contar conmigo para lo que quieras. Y, por cierto, pienso que ese tipo fue un idiota por dejarte escapar.


En realidad, Paula pensaba lo mismo sobre Silvana, pero decidió dar por terminada la conversación y continuar con la comida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario