lunes, 23 de mayo de 2022

Enfrentados: Capítulo 47

Finalmente, Arturo y Graciela se levantaron, guardaron su juego y fueron al dormitorio a estar un rato a solas. Allí se encontraron con Pedro estaba trabajando con su ordenador portátil, y que tenía todos sus papeles extendidos sobre la cama. Paula se quedó en la cocina, preparando un plato de nachos, pero en realidad intentando oír su conversación.


-No puedo soportar esta caravana ni un minuto más, Graciela, nena - dijo Arturo con un suspiro de irritación.


Graciela murmuró afirmativamente.


-¿Es duro, verdad? -dijo Pedro en tono comprensivo-. Me pregunto si vale la pena quedarse aquí y soportar todo... esto -Paula se asomó y vió que hacía un gesto con la mano abarcando todo el vehículo.


-Es exactamente lo que pienso -contestó Arturo-. Graciela, tal vez deberíamos pensar en comprarnos una. No necesitamos una tan grande para los dos.


-Pero Arturo...


-Graciela, podríamos sacar esos ahorros del banco y tener una casa rodante propia en unos días.


Graciela parecía lista para protestar, pero Pedro salió al rescate.


-Y será mejor que se pongan en camino para Florida antes de que llegue el frío. El Almanaque del Granjero dice que este invierno será uno de los peores de la historia. Con temperaturas de varios grados bajo cero y mucha nieve. Y ese viento helado que se te mete por todas partes -Pedro sacudió la cabeza y se abrazó, como si tuviera frío.


Graciela se estremeció de verdad.


-Tal vez sea buena idea -le dijo a Arturo-. ¿Crees que podríamos comprarnos una con antena satélite? Detestaría perderme mis programas mientras estamos conduciendo.


-Lo que tú quieras, cariño -Arturo, que era un oso, le echó el brazo a Graciela, que era menuda. 


Llevaban más de cuarenta años casados, pero Arturo la miraba como si fueran aún jóvenes. Mientras los miraba, pensó que a algunas personas el amor les funcionaba. A ella no, pero se alegraba de que algunos conocieran un final feliz. Arturo y Graciela entraron en la cocina.


-Bueno, Paula, parece que con la edad hemos perdido la paciencia. Acabamos de decidir que nos vamos a comprar nuestra propia caravana en lugar de esperar a que esta se vacíe.


Paula le dió la mano y abrazó a Graciela, deseándoles buena suerte. Cuando Arturo y Graciela salieron de la caravana, el equipo de las noticias y Nancy Lewis subieron. Las luces de la cámara ya estaban encendidas; Gustavo Kent tenía el micrófono listo. Nancy tenía una expresión furiosa en el rostro. Se acercó al grupo con las manos en jarras.


-Uno de ustedes nos está mintiendo. Van a hacer la maleta y a salir de aquí. Inmediatamente.


Pedro aguantó la respiración, pero Gustavo pasó de largo. Hizo lo mismo al pasar al lado de Paula, de Alicia y Luis y de Adrián, que parecían muy aburridos. Pasó delante de Rafael y Julia, que estaba tomados de la mano y con aspecto de estar algo nerviosos. Finalmente se detuvo delante de Renee. 

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