viernes, 20 de octubre de 2023

Aventura: Capítulo 73

Pedro no dijo nada. Siguió adelante y lanzó el ejemplar de la revista a la mesita del salón antes de girarse hacia ella.


–Buen trabajo, Paula. Lo has hecho muy bien –dijo con frialdad– . Supongo que no tendrías intención de quedarte en Roma; pero si la tenías, te sugiero que lo reconsideres.


Paula lo miró como si no supiera de qué estaba hablando.


–Si sigues en Roma el lunes que viene –continuó él–, me encargaré de que no vuelvas a encontrar un empleo de profesora en toda tu vida, en ninguna parte del mundo. Te lo prometo.


Asombrada, Paula bajó la mirada y vió la portada de la revista con la fotografía de Nonna. No necesitó leer el artículo para comprender lo que pasaba.


–Dios mío, Pedro. Lo siento tanto…


Pedro se marchó en silencio y ella se quedó sola. En cuanto vió los datos que se mencionaban en el texto, supo que Adrián había sido el culpable de la filtración. Lo supo por la copia que Pilar le había dado. Era la información que había encontrado en Internet. De haber querido, habría podido demostrar su inocencia con facilidad. Pero no quiso. Aunque no hubiera disparado la bala, había cargado la pistola. Y se sentía culpable. Alcanzó el teléfono, llamó al director de su colegio y le dijo que debía volar a Gran Bretaña por un problema familiar y que no creía que pudiera volver a Roma. Después, llamó a Pilar. Su amiga no estaba en casa, pero le dejó un mensaje para explicarle que Adrián no estaba saliendo con ninguna mujer y que, como seguramente habría hecho un gran negocio con la venta de la información a la revista, no se enfadaría cuando supiera que había tirado su ordenador portátil por la ventana. Dedicó el resto del día a limpiar el piso y hacer el equipaje. Y cuando llegó el lunes, le dió sus llaves a la señora Priverno, llamó a un taxi y se marchó con sus maletas y su mata de tomillo.




A pesar de las órdenes de Pedro, Nonna encontró un ejemplar de la revista y se enteró de lo ocurrido. Inmediatamente, convocó a la familia en la casa de Isola del Alfonso y les explicó toda la historia. Les dijo que había salvado al aviador, que se había enamorado de él y que se había quedado embarazada. Pero el resto de la historia no se parecía nada a lo que habían contado los periodistas. Nonna afirmó que su esposo sabía la verdad cuando le pidió que se casara con ella, y que se lo pidió porque la amaba y porque había sufrido heridas tan graves durante la guerra que ya no podría tener más hijos. 

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