miércoles, 18 de octubre de 2023

Aventura: Capítulo 68

 –Eran tiempos de guerra, cara. Buscaban solaz donde podían y vivían cada día como si fuera el último –observó él–. ¿Sabes una cosa? Nonna te vio aquel día en la iglesia del pueblo. ¿Qué hacías allí?


–Quería hablar con el sacerdote. Supuse que sabría algo de Lucía. Pero estaba ocupado.


–Y decidiste subir a lo alto del cerro.


–Me pareció lo más lógico.


–Me alegra que lo hicieras. De hecho, he pensado que Nonna podría decirte más cosas de Lucía. Ella era muy joven por entonces, pero puede que recuerde algo o que oyera rumores al respecto. No puedo creer que nadie supiera que Lucía estaba escondiendo a tu bisabuelo. Desgraciadamente, Nonna no le pudo decir nada.


Cuando llegaron a la casa, Graziella les informó de que se había marchado a Nápoles, a visitar a un primo suyo que estaba enfermo.


–Si tienes que irte con tu abuela, lo comprenderé –dijo Paula–. Sé que los vínculos familiares son muy importantes en Italia.


–No, ni siquiera es mi abuela de verdad. Es abuela de Bella. Pero la adoro de todas formas, y ella me adora a mí.


Tras desayunar, salieron a la casa y se dirigieron a los  viñedos, donde Paula echó una mano a los trabajadores que ya habían empezado con la vendimia. Luego, Pedro la llevó a las bodegas y le enseñó las cavas donde se guardaban los enormes toneles de vino. Mientras estaban allí, ella se apoyó en un tonel y él la besó.


–Tal vez deberíamos volver a los viñedos –dijo Paula–. Me siento culpable de no hacer nada con toda esa gente trabajando.


–Están acostumbrados a ello. Además, llevo toda la mañana deseando hacer esto…


Él le metió las manos por debajo de la camiseta, le desabrochó el sostén y tomó posesión de sus pechos.


–Supongo que ahora estoy a tu merced –dijo Paula con debilidad.


–Al contrario, cara. Soy yo el que está a la tuya.


El día y la subsiguiente noche de amor pasaron muy deprisa. Cuando por fin despertaron, nadaron en la piscina antes de desayunar y Pedro la llevó a los laboratorios de las bodegas, donde preparaba sus nuevos caldos. Entonces, se le ocurrió una idea. 

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