lunes, 4 de abril de 2022

Fuiste Mi Salvación: Capítulo 17

De repente, Pedro lo vió todo claro. Se agarró de un palo de la verja para no perder el equilibrio. El aire se le escapó de los pulmones. Ella apartó la mirada, como si no pudiera soportar lo que veía en él.


–¿Por qué diste por hecho que el maquillaje y la peluca eran pura vanidad? ¿Siempre te precipitas tanto a la hora de sacar conclusiones?


Pedro se odió a sí mismo. Sus pensamientos y acciones estaban minados de prejuicios. 


–No llevo peluca para ocultar un mal corte de pelo o un tinte desastroso. ¡Ojalá! –se rió con tristeza–. ¡No tengo bastante pelo para cortármelo o teñírmelo!


Él cerró los ojos y sintió vergüenza de sí mismo.


–Quimioterapia.


–¿Cáncer?


–Cáncer.


Ambos guardaron silencio durante unos segundos.


–Intento recuperar algo de control sobre mi vida –dijo ella de repente. Sus ojos mostraban el infierno que había conocido–. Es mi forma de intentar volver a la normalidad. Y para eso tengo que conseguir que la gente vuelva a tratarme como antes. La única forma de conseguirlo es tener un aspecto lo más normal posible, el mismo aspecto que tenía antes.


–¿Estás segura de que estás lo bastante bien como para volver a la normalidad?


–¡Oh! –ella esbozó una media sonrisa–. ¿No se te ocurrió pensarlo antes cuando me estabas acribillando a juicios de valor?


–No, pero...


–Entonces no pensabas que era débil y frágil. Y apuesto mi casa a que no me hubieras gritado si no hubiera llevado peluca.


–¿Pero quieres que te griten?


–Quiero que me traten como a una persona normal. Mi aspecto hace que la gente me trate como si fuera una inválida y eso me hace sentir como un monstruo... Ya estoy harta de dar pena. Quiero recuperar mi vida.


Pedro no pudo sino admirar esa dignidad calma, el coraje... Se odió a sí mismo todavía más.


–Paula, no debí dar por sentado todas esas cosas. No debí decir todo lo que dije. Lo siento mucho. Ojalá...


Ojalá hubiera podido retirar todo lo que había dicho. Ojalá hubiera podido darle marcha atrás al reloj. Ojalá hubiera podido agitar una varita mágica y borrar la enfermedad que ella había padecido. Paula se puso erguida.


–Quiero que me juzguen por ser quien soy, no por la enfermedad que tuve. Y tampoco quiero que me juzguen porque fui modelo en otra época –respiró hondo–. Dile a Valentina que estoy deseando verla en la reunión del jueves.


Pedro se dió cuenta de que quería alejarse de él cuanto antes. Y él era el único culpable. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario