viernes, 17 de septiembre de 2021

El Candidato Ideal: Capítulo 66

 —Mister Trasero Perfecto está aquí —susurró Karen cuando Paula llegó al despacho el lunes por la mañana.


Paula se detuvo lanzando una mirada alarmada a la puerta de su despacho.


—No temas, no está aquí. Está con los chicos de inmobiliaria. Va a vender su casa.


Paula se quedó helada. ¡No podía hacer eso! A no ser que...


—¿Dijo si era su casa de la playa o su casa de la ciudad?


Karen le hizo un gesto a Paula para que esperase un segundo mientras contestaba al teléfono. AI cabo de un montón de «síes», le dijo que Pedro estaba de camino y que se lo podría preguntar ella misma.


—Ahora tengo que ir a ver a Carmen Gold a su casa.


Pedro sabía que ya había pasado el mes de plazo y que ya habría tomado su decisión, pero ella no sabía cómo decírselo. No es que fuera a afectarle, pero se veía incapaz de recordar toda la conversación y sus consecuencias.


—¿Qué le digo? —gritó Karen tras ella.


—Dile que estaré con otro cliente todo el día...Toda la semana y que le mantendré informado sobre los planes de la fiesta y que lo veré el sábado.


Y Paula se marchó a toda velocidad a casa de Carmen, que la esperaba en el porche de una preciosa mansión para darle un tremendo abrazo bañado en lágrimas.


—Carmen, ¿Va todo bien?


—¡Todo es perfecto! —sollozó mientras la hacía pasar y la señalaba un sillón de plumas—. Jorge ha vuelto.


—¿De verdad? ¿Todo va bien?


—Por ahora sí —dijo Carmen con voz firme—. Hice lo que me dijiste. Lo escuché y después le di una última oportunidad, que aceptó.


—¡Oh, Carmen, qué feliz estoy por tí! —dijo Paula dándole otro abrazo a su cliente.


—¿Y qué tal tú y tu hombre? —preguntó Carmen.


—Oh. No, Carmen. Es sólo un cliente.


—¿Quién es sólo un cliente? —Carmen sonrió y Paula se tapó una mano con la boca—. ¿Nuestra adorable abogada ha encontrado por fin a su hombre? ¿También a tí te han dado una última oportunidad?


¿Última oportunidad? Llevaba toda la semana pensando que sería su última oportunidad de hacer muchas cosas: Besar, pasear por la playa, sentir... Pero aquello era ridículo y Pedro se lo había demostrado. Tenía una vida por delante para tener esperanza, para saber perdonar y confiar en los demás, sin temer fallar, puesto que siempre habría otra oportunidad a la vuelta de la esquina.


—Me han dado mucho más que eso, Carmen —dijo Paula—, pero cuéntame lo que pasó en la cena con Jorge...




El viernes por la tarde Paula sentía que su vida había cambiado de arriba abajo. Su mente estallaba de ideas, y una de ellas fue hacer algo por los hijos de los divorciados participantes en los programas del bufete. Como su pensamiento nunca andaba demasiado lejos de Pedro, se le ocurrió que él podía encargarse de dirigir un campamento de deportes para niños desfavorecidos de hogares rotos. Envió la propuesta a Pedro a través de Karen y él prometió, no sólo encargarse del campamento como si fuera una fundación; sino aportar él mismo los fondos. Así que se encerró en su oficina para trabajar en el proyecto y tenerlo listo para el sábado por la noche y poder anunciarlo en la fiesta. El bufete había considerado la fiesta como un pequeño regalo de bienvenida para su nuevo cliente y toda la sociedad de Melbourne pensaba asistir.


—Va a ser una fiesta preciosa —suspiró Karen—. Creo que necesitaré un nuevo vestido.


—¿Negro y largo?


—¡Pues no! ¡Corto! ¿Y tú? ¿Tienes vestido? ¿Tienes pareja?

No hay comentarios:

Publicar un comentario