miércoles, 25 de marzo de 2020

Cambiaste Mi Vida: Capítulo 56

—Creo que esta ya está lista.

—¿Ahora qué?

—Ahora saco la de queso, llamamos a las langostas y vemos cómo desaparece.

Pedro observó mientras lo hacía. Cuando sacó la pizza, vió que el queso burbujeaba como a él le gustaba y la corteza estaba dorada a la perfección.

—¡Abril! —gritó ella—. La primera pizza está lista. ¿Puedes parar el programa y traer a todos aquí?

Los niños entraron corriendo en la cocina segundos más tarde. Eran más de los que había esperado. Valentina estaba hablando con Abril y con Gabi, mientras que Franco charlaba con Agustín y con Sofía, los sobrinos de Paula.

—Hola —le dijo Sofía con una sonrisa. Y él no pudo evitar devolverle la sonrisa.

—Hola.

—¿No te había dicho que esta noche estaba cuidando de Sofía y de Agustín durante unas horas? Iván y Laura tenían unos recados de última hora. Normalmente la madre de Laura les ayuda, pero esta noche tiene una fiesta, así que yo me ofrecí. Pensé que daba igual que fuéramos unos pocos más. Y, cuando Gabi se enteró de que venía Valentina, también quiso venir.

Ahora Pedro entendía por qué estaba haciendo tantas pizzas.

—Será mejor que te sirvas una porción antes de que se acabe —le aconsejó Paula.

Así que agarró uno de los pocos trozos que quedaban, un vaso de zarzaparrilla y se sentó a la mesa junto a Franco. Todos los niños parecían nerviosos por las fiestas, pero Paula consiguió mantenerlos distraídos preguntándoles por el programa que estaban viendo, por las fiestas del colegio de aquel día y por lo que querían que les trajese Papá Noel. Él estaba demasiado ocupado saboreando la pizza como para contribuir a la conversación, pero al final decidió intentarlo.

—Esto está buenísimo. Yo crecí en Chicago, así que sé algo de pizza. La salsa está perfecta.

—Gracias —respondió ella—. ¿Qué me dices de la tercera? ¿Qué te apetece?

—En realidad no me importa. ¿Cuál es tu favorita?

—Me gusta el pollo con salsa barbacoa. Los niños solo la toleran con moderación, así que de ese modo queda más para mí.

—No sabía que fueses una mujer tan perversa, Paula Chaves.

No hay comentarios:

Publicar un comentario