lunes, 30 de septiembre de 2019

Deseo: Capítulo 59

El pueblo entero asistió al funeral. Los días siguientes a este, Paula ayudó a sus padres a vaciar la pequeña casa de campo de su abuela. Pedro llamó tres semanas más tarde y le preguntó si iba a volver a Londres. Y cuando le contestó negativamente, en el fondo había esperado que le suplicara que fuese con él. Pero Pedro, con voz fría, se limitó a desearle suerte. Era evidente que ya no quería tener nada que ver con ella. Paula se despidió de él fríamente. Pero, tan pronto como colgó el teléfono, se echó a llorar mientras se regañaba a sí misma por haberse enamorado de un playboy. Después, se limpió la nariz y se recordó a sí misma que no podía seguir indefinidamente en casa de sus padres. Tenía que encontrar trabajo y vivir su vida.

Cuando llamó a Fernando Clavier, este le informó que seguía interesado en ofrecerle un trabajo y le sugirió que se pasara por su restaurante en Londres para hablar del de Santa Lucía. Y mientras miraba el calendario de la agenda para decidir qué día iba a visitar a Fernando, se dió cuenta de que la regla se le había retrasado. Era primeros de septiembre y vio que la había tenido por última vez a mitad de julio, en la Toscana. Con el disgusto de la muerte de su abuela, no había notado que en agosto no le había venido el periodo. Al principio, pensó que simplemente se le había retrasado. No era posible que se hubiera quedado embarazada, estaba tomando la píldora y Pedro había utilizado preservativos. Pero después de unos días más, hizo lo lógico, se hizo la prueba de embarazo. Estaba sentada en el borde de la bañera cuando vio las dos líneas en la ventanilla del aparato que le indicaron que estaba embarazada. ¡El hijo de Pedro! Iba a hacer todo lo que estuviera en su mano con el fin de asegurarse de tener un hijo sano. Y lo querría con locura. Pero... ¿Cómo iba a reaccionar él? A su mente acudió el rechazo de Javier. ¿Qué iba a hacer Pedro cuando se enterara de que iba a ser padre?

El médico de cabecera la sorprendió aún más al decirle que posiblemente estuviera embarazada de diez semanas. La leve menstruación que había tenido en julio en la Toscana se había debido a una metrorragia, algo que ocurría a veces durante el primer mes de embarazo.

–Con la mini píldora que tú tomas, es de absoluta importancia ingerirla todos los días a la misma hora –le explicó el médico al decirle ella que tomaba anticonceptivos–. Además, cualquier vómito o problema de estómago puede restar efecto a la píldora.

Paula se acordó de la noche que Pedro la llevó al teatro, la primera noche que habían hecho el amor. En la fiesta había ingerido alcohol sin saberlo y se había pasado el día siguiente vomitando. Por lo tanto, debía haber concebido esa noche.

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