lunes, 31 de julio de 2023

Loca Por Tí: Capítulo 59

 –Lo nuestro ha terminado, Marcos –le espetó–. ¿Qué haces aquí? ¿Por qué has venido? –le preguntó sabiendo que él estaba fingiendo.


–Espero que no te haya molestado mi atrevimiento –contestó él– . Quiero hablar… Quiero esclarecer un par de cosas.


Marcos tenía muy claro el papel que estaba desempeñando. En aquellos momentos, quería hacerse el avergonzado ante el argentino que custodiaba a Paula. Lo cierto era que en persona el argentino era alto, fuerte y guapo y no parecía en absoluto un gigoló. Era un hombre realmente encantador y, a juzgar por cómo hablaba y se comportaba, procedía de una buena familia. Aquello lo sorprendió mucho. Lo único que Karen le había contado de Pedro Alfonso era que era muy guapo. Eso era lo único que ella había visto, pero el argentino era mucho más que eso. Para empezar, era inteligente. No iba a resultar fácil conseguir que le diera la espalda a Paula, pero tampoco tenía por qué ser imposible. Además, un tipo tan estupendo, ¿No iba a tener novia en Argentina? Seguro que sí.


Al final, Paula cedió, tal y como esperaba Marcos. La cena fue bastante bien y la comida estaba exquisita. Había que reconocer que Marta, por muy mal que le cayera, cocinaba muy bien. A Marcos le gustaba comer y beber bien. De primero les sirvieron ensalada de cangrejo, coco y mango y de segundo, muslos de pato con arroz salvaje. De postre, pastel de fruta de la pasión. No se podía quejar. Paula no cocinaba tan bien como su madre, pero era tan guapa, con aquella cara angelical. Se moría por abofetearla, pero, por supuesto, no lo hizo. Alfonso lo habría matado. Así que se tuvo que contentar con seguir preguntando al argentino por aspectos de su país como si le interesaran de verdad. Tenía muy claro que aquellos dos se habían acostado. Lo sabía porque Paula estaba radiante y le sentaba muy bien, estaba muy guapa. ¡Zorra infiel! ¿Por qué no se ponía en pie y los insultaba a ambos, que era lo que se merecían? No, tranquilidad, paciencia, eso era lo peor que podía hacer, el argentino era más fuerte que él. ¿Querría a Paula o tendría una aventura en cada puerto? Esa era la gran pregunta. Tenía que conseguir quedarse a solas con él. No sabía si utilizar el as que tenía en la manga. Era una mentira horrible y podía resultar peligrosa, pero tenía que conseguir que el argentino cambiara de parecer sobre Paula, que seguía siendo su esposa.

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