lunes, 17 de julio de 2023

Loca Por Tí: Capítulo 32

 –Esto no es nada propio de mí –se dijo–, ¡Pero es pura magia!


¿Cómo terminaría todo aquello? Paula era consciente de que todo acto en la vida tiene sus consecuencias. Se sentía eufórica e inquieta a la vez. Conocía muy poco a Pedro. Podía estar jugando con fuego, ella que siempre se había tenido por una persona racional y lógica. Enamorarse perdidamente era una locura. Además, ella tenía su pasado y a muchos hombres no les gustaba que las mujeres tuvieran pasado. Sobre todo, si se querían casar con ellas. ¿Qué querría Pedro realmente de ella? Era evidente que la pasión era mutua. Eso no lo podía negar ninguno de los dos, pero Paula se moriría de vergüenza si Pedro solo quisiera con ella una aventura sexual salvaje. ¿Cómo saber si tenía novia en Argentina? No era una idea descabellada. Sería muy normal que un hombre como él tuviera a alguien especial esperándolo. Eso era lo que le había dicho Karen. Claro que cualquiera se fiaba de su prima, que lo único que quería era hacerle daño. Sintió que el corazón le daba un vuelco, pero haciendo un esfuerzo consiguió sobreponerse. La habían enterrado en vida durante años y ahora se merecía disfrutar. Había sido infeliz durante mucho tiempo y ya iba siendo hora de que aquello cambiara. Ella quería cambiarlo. Quería ser más fuerte y aquel hombre que había aparecido en su vida la iba a ayudar. Sintió que la ansiedad se evaporaba. Unos minutos después, increíblemente guapa y arreglada, bajó por las escaleras internas hacia la cocina, donde sonrió a Marta y a sus ayudantes.


–¿Va todo bien?


–¡Todo controlado! –le aseguró Marta.


–Estupendo.


–Está usted preciosa –le dijo la cocinera sinceramente.


Marta apreciaba realmente a la señora Paula, aquella joven amable y cariñosa, a la que no habían tratado bien. Empezando por el señor Alfredo Chaves, aquel tirano que había tratado mal a todos los empleados y había hecho lo mismo con su familia, y siguiendo con su marido, que no le llegaba a la suela de los zapatos. Ahora que sabía que se estaba divorciando de él, toda la plantilla de servicio estaba encantada, pues estaban convencidos de que la señora Paula se merecía a alguien mucho mejor.



La fiesta ya había comenzado. Se oía música por toda la casa. Habían encendido las luces exteriores, las que había alrededor y dentro de la piscina y las de los jardines. La zona parecía un cuento de hadas. Había parejas bailando en el salón y en la terraza. Paula veía a su hermano bailando con Brenda y sintió que el corazón le rebosaba de amor y gratitud. Al final, todo les había salido bien. Estaban hechos el uno para el otro y era un gusto tener a Florencia cerca. Estaba encantada ante la idea de que en una semana su amiga se fuera a convertir en su cuñada, en la hermana que nunca había tenido. 


En cuanto vió solo al guapísimo argentino, Moira O’Farrell se separó del grupo y cruzó el salón rápidamente para poder llegar a su lado antes que nadie. Karen, la prima de Paula, le había confesado que Pedro Alfonso se había fijado en ella.


–Es por tu increíble melena pelirroja –había mentido, pues realmente odiaba a las pelirrojas.


¡Se había fijado en ella! Moira no se lo podía creer. Aquello era como un sueño. El argentino era increíblemente guapo y Karen había dejado caer que su familia era inmensamente rica. Además, por lo visto, estaba soltero. Moira no se lo acababa de creer. ¿Cómo iba a estar soltero un hombre así?

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