lunes, 22 de agosto de 2022

Un Gran Equipo: Capítulo 15

 –No estoy en casa esperando que algún hombre vaya a buscarme, estoy muy ocupada.


En casa, preocupándose de que el biberón de Isabella estuviese a la temperatura adecuada o si debía dejar que Thiago viese una película en la que unos androides se desmembraban entre sí.


–Tal vez el hombre ideal para tí sea alguien que tenga experiencia con niños –dijo Florencia, repentinamente emocionada por la idea–. Un padre divorciado, por ejemplo, que sepa por lo que estás pasando y que quiera entrenar a un equipo de fútbol.


Estaría bien tener ayuda y no sentirse tan sola, desde luego. Paula intentó imaginar a un padre divorciado de bonita sonrisa y unos hombros en los que pudiera apoyarse… Pero el rostro que imaginó fue el de Pedro. Probablemente un recordatorio de que los niños eran su prioridad en ese momento.


–Aparte de Thiago, el único hombre en mi vida ahora mismo es Pedro Alfonso.


–¿Cómo lo has conocido? –exclamó su amiga.


Paula la miró, sorprendida.


–Trabajo con él, al menos durante unos meses.


–¿Es el nuevo director de proyectos? No me habías dicho su nombre.


–¿De qué lo conoces?


–Su madre es una filántropa y nos hemos encontrado un par de veces en eventos benéficos en los que yo representaba al museo. Me dijiste que era atractivo, pero… No sabía que fuera tan atractivo.


Paula recordó su encuentro con Pedro. La buena noticia era que no había vuelto a meter la pata desde el martes, pero tampoco había hecho nada para quedar bien. De ahí su determinación de impresionarlo. Aunque no sería su supervisor durante mucho tiempo, él informaría a Javier Daughtrie y ella necesitaba desesperadamente conservar su puesto de trabajo. Por el momento, podía hacerse cargo de los gastos, pero con los años las facturas aumentarían: Aparatos para los dientes, campamentos, clases de música.


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