lunes, 22 de agosto de 2022

Un Gran Equipo: Capítulo 12

 –Entonces, puedes tomar una chocolatina.


–¿Y tú, tía Paula? –preguntó Magalí–. Creo que también a tí te vendría bien una.


–Desde luego que sí.


Lamiéndose el chocolate de los dedos unos segundos después, Paula se sentía lo bastante reconfortada como para enfrentarse con Pedro Alfonso y darle explicaciones sobre su repentina ausencia. Pero sentirse reconfortada no evitó que diera un respingo cuando él entró en el despacho de Magalí.


–Ah, vaya, iba a buscarlo.


–Qué coincidencia –dijo él–. Es una suerte que el director de marketing me haya pedido que viniera a hablar con la señorita López. ¿Y a quién tenemos aquí? –preguntó luego, al ver a Thiago.


–Es mi sobrino, Thiago Cahves –Paula cruzó mentalmente los dedos para que Pedro se ablandase al ver al niño. Al fin y al cabo, había estado a punto de casarse. Claro que tal vez era como Santiago y los niños le horrorizaban–. Thiago, te presento a mi jefe, el señor Alfonso.


–Hola.


–Encantado –dijo él–. Señorita Chaves, me gustaría aprovechar la oportunidad para contarle lo que se ha perdido en la reunión.


–Thiago puede quedarse un rato conmigo –intervino Magalí.


Paula lo siguió hasta una pequeña sala de juntas, donde se dejó caer sobre una silla, intentando controlar su nerviosismo. Pedro cerró la puerta y permaneció de pie, con los brazos cruzados, sin decir una palabra hasta que a ella se le encogió el estómago. Pero no era el momento de meter la pata, y se mordió los labios para no lanzarse a hablar a tontas y a locas. Él la miraba con tal intensidad que casi esperaba que empezase a interrogarla.


–Imagino que Thiago es la razón por la que tuvo que marcharse a toda prisa –empezó a decir finalmente–. ¿La han llamado del colegio?


–Me temo que sí –respondió ella–. Parece que tuvo un pequeño problema con otro compañero… Imagino que usted nunca se metía en líos en el colegio.


No sabía por qué había dicho eso en voz alta, pero tenía un aspecto tan irritantemente perfecto, tan guapísimo, con su bien cortado traje… Un chico de oro en el mundo de los negocios. Desearía poder retirarlo, pero él no parecía ofendido.


–Mi mejor amigo era un tarambana. Tenía buenas intenciones, pero no siempre pensaba en las consecuencias y me arrastraba con él.


Tal admisión era tan humana y sincera que Paula sonrió. Con su metro ochenta y cinco y su mandíbula cuadrada era difícil imaginar a Pedro Alfonso metiéndose en líos.


–Thiago es un buen niño, pero perdió a sus padres este verano. Él y su hermana pequeña están viviendo conmigo ahora. Soy su tutora legal y… En fin… Seguimos intentando acostumbrarnos.


Pedro la miró, sorprendido.


–Mi padre murió cuando yo estaba en la universidad, de modo que sé lo que se sufre. Aunque yo tuve la suerte de contar con él durante toda mi infancia. Lo siento mucho… ¿Dice que es su sobrino?


–Su padre era mi hermano. Mi cuñada y él murieron cuando el barco en el que viajaban se hundió –Paula exhaló un suspiro–. Mis padres viven todavía y… Aunque he leído todo lo posible y he hablado con varios psicólogos, no puedo imaginar cómo debe de estar pasándolo el pobre Thiago. Lo ha perdido todo: A sus padres, su casa, sus amigos del colegio… Isabella tiene cinco meses y llora todo el tiempo, pero ella apenas conoció a sus padres y…

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