viernes, 25 de marzo de 2022

Irresistible: Capítulo 68

 –Pedro, Paula, han conseguido que mi sueño se hiciera realidad. Han superado todas mis expectativas y me han hecho un hombre feliz –levantó la copa–. Brindemos por ustedes y por el gran trabajo que habéis hecho. Merecen mi agradecimiento y admiración.


Chocaron las copas y, durante un instante, Paula miró a Pedro a los ojos, provocando que se le formara un nudo en la garganta. Ella miró a otro lado y él sintió una fuerte presión en el pecho. Oyó que Miguel decía:


–¿Has llamado al restaurante Francine’s?


–En honor a mamá.


–Ella estaría muy orgullosa de tí, Paula. Yo lo estoy mucho de tí.


Pedro se fijó en que a Paula se le llenaban los ojos de lágrimas. Ella había conseguido lo que se había propuesto y él sabía lo importante que era ese momento. Paula agarró la mano de Miguel y dijo:


–Papá, quiero darte las gracias por haber sido tan paciente conmigo estos últimos años, y por haberme dado esta oportunidad. Significa mucho para mí, más de lo que te puedo explicar con palabras.


Miguel le apretó la mano.


–Paula, lo único que deseo es que seas feliz. Estos años te he fallado muchas veces.


–¿Fallado? –lo miró boquiabierta.


–Luchabas por encontrar tu lugar en el mundo y yo no sabía cómo ayudarte. Todo lo que hacía parecía empeorar las cosas. Hacerte infeliz.


–No, papá, no me has fallado –pestañeó–. Pero creo que tenemos que mejorar nuestra comunicación. Yo estaba triste porque pensaba que te estaba decepcionando.


–Pero...


–No –levantó la mano–. Pedro me hizo ver que era a mí misma a quien tenía que demostrarle que podía hacerlo. Tenía razón. Quería que te sintieras orgulloso de mí, pero también tenía que aprender a sentirme orgullosa de mí misma. Y ya lo he hecho. Papá, siempre te estaré agradecida por haberme dado esta oportunidad, y también hacia Pedro por haber compartido su experiencia conmigo. Ahora sé lo que quiero. Mi futuro parece mejor después de mi experiencia aquí.


–¿Regresarás a Italia para trabajar en el restaurante que tanto te gusta? Lo comprenderé si eso es lo que quieres, Paula, pero te echaré mucho de menos.


Ella se acercó para besarlo en la mejilla.


–No, papá. Quiero quedarme en Australia y abrir mi propio restaurante.


A Miguel se le iluminó el rostro. Bromeó algo en italiano y Pedro se rió. Paula también se rió y bebió un sorbo de champán.


–Pero me temo que el lunes me marcharé a Italia.


–Sí, claro –dijo Miguel.


Pedro se puso tenso.


–¿Cómo? ¿Para qué? Acordamos que nos quedaríamos una semana más para asegurarnos de que no hay ningún problema con el traspaso de responsabilidades.


–Tengo que hacer una tarta –dijo Paula, sin mirarlo a los ojos–. La boda de mi prima es dentro de quince días y ha habido problemas con la tarta.

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