Irresistible: Capítulo 51

 –Significa que el cocinero termina de preparar muchos de los platos en la mesa. ¡Convierte la preparación de la comida en un evento! A nuestros clientes les encantará, pero necesitaremos contratar más cocineros. Y puesto que también necesitaremos más espacio para que puedan trabajar pondremos menos mesas en el comedor, así que las mesas que has eliminado del presupuesto serían...

–¿Menos mesas? ¿Atenderemos a menos clientes cada noche? ¿Crees que esa es una buena forma para hacer negocio?

–Como la preparación de los platos será muy llamativa, los precios de la carta la reflejarían.

–¿Menos clientes pagando más dinero?

–Ajá.

Él agarró el presupuesto y dijo:

–Sígueme.

–¿Dónde?

–A la cocina. Quiero la opinión de Luis acerca de esto.

–Esto es asunto mío, no de Luis.

–Eso es más que evidente –se paró para mirarla–. Él tiene más cabeza para los negocios que tú –continuó caminando–. Deberían de haberle dado a él el puesto de gerente y no a tí.

«¡No hablará en serio!», pensó mientras corría detrás de él.  Tenía que salvar el restaurante de ese hombre con el corazón helado.

–¿Luis? –Pedro entró en la cocina–. ¿Ya se ha marchado todo el mundo?

–Sí, señor.

–Entonces, ¿Solo estamos Paula, tú y yo?

–Así es, señor Pedro.

–Bien. He estado revisando el presupuesto que ha hecho Paula y es imposible llevarlo a cabo.

–¡No es verdad!

Pedro la ignoró.

–Dice que quiere ofrecer un servicio a la francesa.

–Sí, señor. Es muy espectacular. Los clientes lo disfrutarían.

–Pero significa tener más empleados y equipamiento y atender a menos clientes, ¿No es eso?

–Sí, señor.

Pedro levantó el presupuesto.

–Eso es inaceptable.

–El servicio a la francesa es vital para el éxito de nuestro restaurante.

–¿Es eso cierto? –le preguntó Pedro a Luis–. ¿Si no acepto el presupuesto para el servicio a la francesa, condenaré al restaurante al fracaso?

Luis miró a Paula como pidiendo auxilio.

–Deja de presionarlo, Pedro.

–No estoy presionando a nadie. ¡Solo quiero respuestas!

–Ya sé lo que Luis va a contestar. Dirá que podemos ofrecer un servicio normal y que todo irá bien. No será espectacular, pero irá bien.