lunes, 28 de marzo de 2022

Fuiste Mi Salvación: Capítulo 5

Paula se enfureció de repente. Y el color rojo de la rabia era maravilloso después del negro y el gris de la enfermedad y del miedo. Abrió la puerta bruscamente, con tanta fuerza que la hizo rebotar contra la pared que estaba detrás. Había cuatro chicas al final de las escaleras. Todas se volvieron hacia ella.


–Quiero que todas me escuchen con atención.


Bajó los once peldaños con paso firme, como solía hacer en la pasarela, levantando las rodillas, meneando las caderas, con la barbilla al frente y una expresión altiva. Se detuvo en el penúltimo para mantenerse por encima de las chicas y apoyó las manos en las caderas. Se inclinó hacia delante para intimidarlas aún más.


–Miss Showgirl no es un concurso de belleza más. Se trata de aprender habilidades que te pueden hacer la vida más llevadera. Y también se trata de recaudar fondos para una buena causa. Se trata de aprender a sacarse el máximo partido, en todos los sentidos.


Nadie dijo nada. Por primera vez en mucho tiempo, Paula se sintió poderosa, y eso era fantástico.


–El año en que yo gané, no era la más guapa, ni mucho menos. Vuelvan y miren las fotos. Mónica Dalwood era la más guapa.


Mónica era una pelirroja despampanante, pero tímida, algo que al final le había pasado factura. Miró a cada una de las chicas y no le llevó más que un segundo averiguar cuál era Valentina Alfonso. Y no porque no fuera guapa. Lo era. Era preciosa. Pero también era la típica chica descuidada con vaqueros, pelo corto y nada de maquillaje ni complementos. Comparada con sus tres rivales, estaba hecha un desastre. Paula echó atrás los hombros.


–Si lo único que les interesa es quién es la más guapa, ahora mismo les pongo una nota.


Les hubiera dado un diez a todas... Pero no era ese el objetivo. Quería confundirlas y lo había conseguido. A esas chicas no les gustaba que las juzgaran solamente por su apariencia y Paula se alegraba de haberlo averiguado.


–Pero si quieren saber la puntuación, entonces deben saber algo más, no las voy a aceptar en las reuniones de los jueves. Bueno, ustedes eligen. ¿Qué va a ser?


Se oyeron algunos murmullos.


–Bien. Una cosa más... Si vuelvo a oír algún comentario de este tipo, tendremos que hablar muy en serio. ¿Entendido?


Todas asintieron.


–Estupendo –se frotó las manos–. Bueno, seguro que todas tienen cosas mejores que hacer que estar por aquí todo el día.


Tres de las chicas echaron a andar en una dirección. Valentina se fue en sentido opuesto.


–Valentina, espera.


La chica se detuvo. Se dió la vuelta. 


–Lo has oído todo, ¿No? Y sabes que soy Valentina porque no soy tan guapa como ellas –dijo, señalando en la dirección en la que se habían ido las otras.


–No lo he oído todo –le dijo Paula–. Pero sí que he oído lo suficiente. Y sé que eres Valentina porque vas sola, mientras que las otras se han ido juntas.


La chica se relajó un poco.


–De verdad espero que no les hicieras ningún caso. Tienes las mismas oportunidades de ser Miss Showgirl.


–Eso no es cierto. ¡Ni siquiera mi padre lo cree posible!


Paula hizo todo lo que pudo por no quedarse boquiabierta. Un padre tenía que apoyar a su hija, en vez de socavar su autoestima.

No hay comentarios:

Publicar un comentario