lunes, 16 de julio de 2018

Cambiaste Mi Vida: Capítulo 59

Paula se quedó pensando en Karen y Marcelo, el cual había desplazado a Kevin en el corazón de su amiga. Durante su estancia en Hilltop, Marcelo había permanecido siempre en un segundo plano para Paula. ¿Acaso Karen había visto algo en Marcelo en lo que Paula no se había fijado? Se olvidó de aquellas conjeturas. No era capaz de manejar bien su propia vida amorosa, de modo que era de tontos inmiscuirse en las relaciones de Karen. Decidió cumplir con su propósito de trabajar en el libro.

Su agente había confiado en ella después de haber visto un breve boceto. Todavía debía escribir muchas páginas, así que cuanto antes se pusiera manos a la obra, mejor. Siguiendo su máxima de escribir acerca de lo que uno sabe, había desarrollado una historia en la que tres hermanas, partiendo de la nada, acababan alcanzando el éxito, abriéndose paso en tres profesiones muy diferentes. El libro analizaría las relaciones entre ellas, entre los hermanos en general. Existía el riesgo de que los lectores confundieran a las tres hermanas ficticias con la verdadera familia de Paula; pero el libro no estaría basado en hechos reales, si bien la experiencia la ayudaría a que el argumento resultara creíble.

Conectó el contestador automático para poder trabajar sin interrupciones, encendió el ordenador y empezó a escribir. Ya había oscurecido cuando decidió estirar los músculos y levantarse. Las hojas que salían de la impresora daban testimonio de las diez horas de trabajo. Estaba agotada y algo aturdida después de haberse adentrado con tanta intensidad en su mundo de ficción; pero también estaba exultante. El libro avanzaba. Al ir a la cocina para prepararse una taza de café que la despertara un poco, vió el parpadeo de una luz en el contestador automático. Rebobinó la cinta y escuchó un mensaje de Karen:


«Hola, Pau. Supongo que estarás con tu libro, así que no te molestaré mucho. Sólo quiero decirte que, según Marcelo, Pedro sale esta noche en el Show de Lucas Lawrence. Sé que no quieres volver a verlo, así que he pensado que debía avisarte no vaya a ser que te lo encuentres por casualidad mientras cambias de un canal a otro. Nos vemos.»



De repente, Paula sintió que algo oprimía su pecho. Respiró lenta y profundamente para serenarse. Karen era muy astuta: en vez de avisarla para que no viera el Show de Lucas Lawrence, disimuladamente, le había puesto un cebo en el que no podía dejar de picar.



—¡Pues no lo voy a ver! —le dijo Paula al contestador. Luego imaginó las protestas de Karen—. Y conste que sólo me limito a seguir tus consejos —respondió imaginariamente.



Pero una cosa era decirlo y otra dejar pasar la oportunidad de ver a Pedro. En un principio pensó que no vería la televisión, pues haciéndolo sólo lograría atormentarse innecesariamente. Se iría a la cama temprano y leería hasta quedarse dormida.

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