lunes, 16 de julio de 2018

Cambiaste Mi Vida: Capítulo 56

-¡Alegra esa cara! Esto parece un funeral más que una fiesta.

Karen tenía razón. La cara de Paula reflejaba una tristeza que no se correspondía con la comida que habían organizado para celebrar la firma de su nuevo contrato. Se suponía que era algo así como convertir un sueño en realidad; pero en realidad no hacía sino acentuar el vacío de su vida desde que había vuelto sola a su departamento. Si al menos no hubiera hecho el amor con Pedro aquella última noche, la soledad le resultaría más llevadera; sin embargo, ahora cada noche la hacía pensar en lo que podría convertirse de estarla compartiendo con Pedro. Y conste que no dudaba de haber tomado la decisión correcta. Después de que la prensa resaltara en titulares la detención de Marcos Nero, Pedro había desaparecido para, según Karen, evitar las entrevistas que posiblemente intentarían hacerle.

Se lo había comunicado Marcelo, a quien Karen se había dirigido con la excusa de pedirle una receta. Por su parte, a Paula, convaleciente aún por la ausencia de Pedro, la vida le parecía exenta de alicientes. Él no había ido a buscarla, pues, probablemente, habría estado de acuerdo con el mensaje que le había dado a Marcelo y que éste le habría transmitido: en el fondo, él tenía razón cuando afirmaba que vivían en mundos distintos. La comida que había organizado era un intento de celebrar el reincorporarse al mundo al que supuestamente pertenecía Paula; pero estaba claro que no estaba resultando un éxito. ¿Por qué no disfrutaba del prestigio que tenía en televisión?, ¿Por qué no borraba a Pedro de sus pensamientos y se amparaba en su renovada popularidad? Porque era imposible. Y el caso era que, irónicamente, estaba haciendo justo lo que él había querido que hiciese. Un sexto sentido la puso sobre aviso antes de que la cara de Karen se iluminara:


—Pedro, ¡qué alegría verte! —exclamó la amiga.

—Hola, Pedro—lo saludó Paula después de ponerse una máscara de indiferencia y dar media vuelta—. No sabía que estuvieras aquí.

—He llegado esta mañana y necesitaba unas pocas cosas antes de volver a Hilltop —explicó.

Sonaba tan calmado y distante como si nada más se conocieran de vista. Sólo el brillo de su mirada indicaba que la relación entre ambos no era tan superficial.



—Quédate a comer con nosotras —ofreció Karen para sorpresa de Paula—. Estamos celebrando el contrato que acaba de firmar Paula.



—No puedo quedarme —respondió Pedro con una leve sonrisa al tiempo que parte del brillo de su mirada se desvanecía—. Pero te felicito, Paula. Seguro que tu programa será todo un éxito.

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