miércoles, 22 de febrero de 2023

Venganza: Capítulo 60

 –¡No lo he visto! –gritó el taxista asustado–. Ha salido de repente, no sé de dónde.


–¡Llame a una ambulancia! –le ordenó Paula.


Un pequeño grupo de viandantes había empezado a arremolinarse a su alrededor.


–¿Alguien sabe hacer primeros auxilios? –preguntó ella.


Nadie respondió.


–Tú –dijo Paula, señalando a un joven que parecía inteligente–. Ven a ayudarme.


Él se acercó.


–¿Es usted médico, señorita?


Paula se puso muy recta, consciente de que su aspecto debía de ser un tanto extraño, vestida con la toga y el birrete.


–Soy enfermera –respondió, quitándose el birrete y la toga y dando esta al joven–. Rásgala, tenemos que hacer un torniquete para parar la hemorragia.


Volvió a inclinarse sobre el hombre y vió que se le iban los ojos hacia atrás. Pensó que no podía dejarlo morir. No podía. Tomó el trozo de tela que el joven le tendía y lo ató con firmeza al muslo del herido. Después le desabrochó la cazadora de cuero y empezó a hacerle un masaje cardiaco. Siguió así durante varios minutos, negándose a parar por mucho que le doliesen los brazos. Oyó a lo lejos la sirena de la ambulancia, que se acercaba, y se dijo que iba a mantener a aquel hombre con vida.



Pedro llamó de nuevo al timbre de casa de Paula, molesto. O ella no quería abrirle, o había salido. O, todavía peor, se había marchado de allí con Olivia. Tenía que haberla avisado de que iba a ir, aquello habría sido lo más sensato, pero cuando se trataba de Paula no era capaz de pensar con claridad. Además, había querido darle una sorpresa a Olivia. Y a su madre también… Había estado las semanas anteriores en Atenas, trabajando mucho, todo lo posible, para conseguir alcanzar su meta. Y lo había conseguido. Alfonso Shipping volvía a estar a flote. Y con respecto a Blue Sky Charters, después de haber despedido a Javier y a Gustavo el resto de los empleados se había puesto a trabajar para impedir que les ocurriese lo mismo. Por otro lado, Pedro había pedido a sus abogados que iniciasen los procedimientos necesarios para conseguir la custodia de su hija y había recabado más información acerca de Miguel Chaves. Tenía que haberse sentido satisfecho con todo lo que había conseguido, pero en realidad se sentía muy tenso, tenía la sensación de haberse portado muy mal con Paula desde el principio. Y, por supuesto, echaba de menos a Olivia. Villa Ana estaba muy vacía sin ella y su esperanza de sentirse mejor en el departamento de Atenas tampoco había resultado. Más bien al contrario.

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