miércoles, 15 de febrero de 2023

Venganza: Capítulo 42

 –Es la verdad –intervino Paula–. Y es mejor que la sepan, los dos. Nuestro padre fue el culpable, no Horacio, ni tampoco Pedro.


–¿Y tú qué sabes?


–Lo sé porque me lo ha contado todo Pedro, y lo creo.


–Pues peor para tí –le dijo Marcos–. Todos sabemos que has andado detrás de Pedro desde siempre. Podría haberte dicho que lo negro era blanco y también lo habrías creído.


–Basta –dijo Pedro, poniéndose en pie justo detrás de la silla de Paula–. Deberías respetar a su hermana. Los dos.


–¿Respetar? –repitió Marcos–. ¿A esa? ¿Una criatura pelirroja que siempre ha sido un parásito?


Paula se quedó de piedra al oír aquello.


–¿Qué has dicho?


–Si no la quería ni su propia madre. La mandaba a Thalassa todos los veranos, hasta que al final decidió suicidarse. Y es probable que Paula haya heredado su locura, así que lo mejor es que tenga cuidado.


–¡Marcos! –lo reprendió Lucas, tirándole del brazo.


Pero Pedro ya lo estaba agarrando por el cuello, lo levantó en volandas.


–¡Suéltalo, Pedro! –le gritó Paula, temiendo por la vida de Marcos–. No merece la pena.


Pedro dudó, respiró hondo y lo soltó por fin, a pesar de que era evidente que estaba furioso.


–No vuelvas a hablar así de Paula en la vida –lo amenazó.


Marcos dejó escapar un gruñido.


–Ahora, discúlpate –le dijo Pedro, agarrándolo de los hombros para hacerlo girarse hacia Paula.


–No pasa nada, no me importa…


–Por supuesto que sí –insistió Pedro–. Este cretino va a disculparse, ahora mismo.


–Lo siento –dijo Marcos, bajando la mirada a sus pies.


–No es suficiente. Mira a tu hermana a los ojos y discúlpate como es debido.


–No tenía que haber dicho todo eso –dijo entonces Marcos–. Me disculpo.


–Siéntate –le dijo Pedro, y luego se giró hacia Lucas–. Y tú también.


Lucas obedeció.


–Ya va siendo hora de que se enteren de un par de verdades. En primer lugar, su padre era una mala persona, que mintió y traicionó a mi padre e hizo que me inculpasen a mí. En segundo lugar, si alguno de los dos vuelve a hablar mal de Paula, no seré responsable de mis actos. ¿Entendido?


Los dos hermanos asintieron.


–Y lo voy a dejar aquí por respeto a Paula –les advirtió Pedro–, no porque haya terminado con ustedes. No se merecen una hermana como ella: Valiente, fuerte, honrada y mucho más inteligente que ustedes dos, idiotas, juntos. Lo que me lleva a la tercera cosa que les quería decir: Estoy muy orgulloso de anunciarles que es la madre de mi hija.


Lucas y Marcos dieron un grito ahogado al unísono.


–Sí, tenemos una hija. Y algún día heredará toda mi fortuna, y les aseguro que me voy a asegurar de que, en esta ocasión, nada ni nadie consiga perjudicarnos.

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