viernes, 9 de diciembre de 2016

Seducción: Capítulo 59

—Entonces escúchalo —Mariana hizo un gesto con la mano—. Ve a vivir con él si tienes miedo al matrimonio.

—Ambas cosas implican un compromiso —respondió Paula.

Mariana se inclinó hacia delante.

 —Tus colegios son un regalo maravilloso al mundo entero. Pero ya es hora de que tú vuelvas al colegio. Debes olvidarte de las lecciones que te dieron Miguel y Alejandra y aprender lo que Pedro puede enseñarte. Construye algo nuevo que sea sólo vuestro.

Paula miraba a su amiga con el ceño fruncido.

—¿Cómo es posible que me conozcas tan bien?

—Me gustaste desde que llegaste a mi casa el mes de octubre pasado proponiéndome la construcción de un colegio en Rosa Street. ¿Cómo crees si no que te permití presentarte en mi fiesta al aire libre sin el protocolario sombrero?

—Y con pantalones, además —Paula sonrió.

—Perdona a la niña que llevas dentro —dijo Mariana con grandilocuencia—. Alimenta el chakra del corazón, corre en libertad... Después de todo, esto es California. O sencillamente, déjate llevar por tu intuición; la cual no te falta.

Paula seguía frunciendo el ceño.

—He aprendido a confiar en mi intuición plenamente.

—Exactamente —dijo Mariana—. Sugiero que subas y recojas tus cosas y te vayas donde vaya Pepe. Al menos esta noche - se recostó en el asiento—. Creo que ya he dicho suficiente.

—Me toca a mí —dijo Pedro—. Pau, me gustaría que me hablaras de los colegios.

—Si te hablo de ellos, tal vez me toque reconocer que siempre me he sentido un poco como una niña abandonada; yo, con todo el dinero que tengo. Es más fácil callar.

Tenía sentido; además, sus palabras lo habían conmovido profundamente. Sacó su móvil, llamó a su hotel favorito de la ciudad y reservó la suite a la que solía ir para dos noches. Entonces miró a Paula.

—Ven a quedarte conmigo —le sugirió.

Era el momento de la verdad. O se quedaba, o echaba a correr.


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