lunes, 29 de diciembre de 2014

Una Dulce Inocencia: Capítulo 46

- Intenta que Chad no diga ninguna estupidez delante de la niña.- le pedí a Michael cuando comenzaron a ponerse de pié para abandonar la oficina.
- ¡Si claro! ¡Siempre Chad! Hasta con la niña de mis ojos te quedas tú.- salió alegando mi amigo, seguido por un Michael aun desanimado y una Vanessa pendiente de sus movimientos.
- Bueno Pedro. Primero que todo ¿Qué te parece todo esto?.
- No es nuevo.- admití.- Del hecho que cuando la ví, supe que teníamos un vínculo más allá del que hasta ahora habíamos llevado a cabo.- sonreí.- No te mentiré que me asusta un poco todo esto. Como bien dijiste, soy por ahora, responsable solamente de mí. Y a partir de este momento, se agrega alguien más a la ecuación.
- Te entiendo.
- Pero no por eso, es una obligación que tome con molestia o desagrado. Lourdes es una niña preciosa, y uno ya la quiere en el momento que interactúas con ella.
- Te apoyo totalmente. A pesar de que su madre es una vil mujer, por guardar un poco la compostura de todos los insultos que podría darle. Lourdes es totalmente opuesta. Es una niña, si. Pero a pesar de eso, la calidad que envuelve a la niña, es absolutamente superior a esa mujer
- ¿Qué pasará con ella? ¿Qué debo hacer ahora? Estoy algo nervioso.- confié.- No sé muy bien qué pasos a seguir y como actuar.
- Es normal Pedro.- me calmó.- Lo primero, es que hables con tu familia y le comentes del nuevo integrante que se suma a la descendencia Alfonso- sonrió intentando aligerar el ambiente.- Lo segundo y casi primero a la vez, es que reconozcas legalmente a Lourdes como tu hija. Esto lleva a los tercero y más complejo.- suspiró pesadamente.- Entablar lo antes posible el juicio sobre la tuición de la niña. Que espero, sea el total para tí.
- ¿Qué pasará con esa mujer?.
- Lamentablemente Pedro. Con esa mujer, nos estamos moviendo en un terreno corrupto y amoral. Por lo que he sabido. Ella aun no es trasladada a un centro de reclusión como es debido. Y las pruebas están siendo tomadas muy vagamente en cuenta.
- ¿Quedará libre?.
- Intentaré por todos los medios que no sea así. Aun tengo en mi poder unas pruebas que podrían ser concluyentes.- afirmó para luego ponerse de pié y sentarse más cerca de mí.- Ahora Pedro. No podrás sacar a Lourdes de la ciudad, mientras el juicio se lleve a cabo
- Lo sé. De hecho mi cabeza no hace más que pensar en posibles soluciones para realizar las mejores decisiones. Estoy terminando mi carrera y ahora más que nunca me urge hacerlo, pero la pista se me pone complicada.
- Quiero pedirte un favor personal. Y que también servirá para que un modo u otro, la carga no sea tan difícil llevarla.- asentí, dándole a entender que siguiera.- No alejes a Paula de Lulu abruptamente.- iba a intervenir, pero ella me pidió que guardara silencio.- Conozco a Pedro hace poco tiempo, pero ella le ha entregado mucho más de lo que le brindó su madre en cuatro años. Esa niña, se ha convertido en el centro de todo para ella. Y gracias a ella, tu sabes hoy que tienes una hija. Y la niña está totalmente encariñada con ella.- me expuso algo que se notaba a simple vista.- Creo que será recomendable que un Psicólogo atienda en cierto modo el caso. Pero tu mayor apoyo en este momento, está en esa muchacha de cabellos marrones que ha dejado todo para ayudar a una niña que no lleva su misma sangre, pero que siendo sinceros... tienen un corazón unido.

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