domingo, 21 de diciembre de 2014

Una Dulce Inocencia: Capítulo 24

¡Dios! Esto era mucho para mí y con una inclinación de cabeza e intercambio de miradas Ángela entendió mis palabras sin sonido ¡Tenía que salir de ahí!. Tome mis llaves y bajé corriendo las escaleras sin importar siquiera que en el intento hubiera rodado por las mismas. Cuando alcancé el primer peldaño me senté y prendí un cigarro. Odiaba llorar, pero era una mezcla de rabia, pena y sobre todo…impotencia.
- Paula.- escuché a Ben a mis espaldas, más no me giré.- Creo que quizás sería bueno ir al aeropuerto a ver que pasa.- sugirió.
- No se que hacer.- admití.
- Lo primero es hablar con ella. Yo tengo un amigo que es abogado y puede aportarnos datos, además de averiguar de la fuente primaria los hechos. Quizás es sólo una equivocación.
Cerré mis ojos y odié, aborrecí a esa mujer que se hacía llamar madre. A esa bruja del demonio que tenía a una niña unos pisos arriba creyendo con su inocencia que su madre había recordado el único día que debía estar grabado a fuego en su memoria… Cuando en realidad esa mujer estaba cavando no sólo la tumba de ella, que sería lo menos relevante sino la de su pequeña hija, mi Lulu…
-…o puede que el tipo la haya metido en esto y ella por muy mala madre que pueda ser…no creo realmente que.-
- ¡Me importa una **** esa mujer!.- solté de repente, dejando mudo a Ben.- ¡A mi la que me importa es Lourdes!
- Paula.- intentó serenarme.- A mi también, adoro a esa niña con tan solo conocerla poco tiempo, pero su madre.-
- ¡¿Qué no te das cuenta?.- le espeté, desahogando mi rabia con él.- ¡Si ella está presa! ¡Si a esa maldita mujer la condenan. ¡Lulu quedará sola!.-grité fuera de mí.
Ben no se me acercó y se lo agradecí. Con la rabia que tenía, creo que hubiera sido capaz de abofetearlo si me nombraba nuevamente a la detestable piraña que en estos momentos estaba segura, no albergaba ni un solo pensamiento para lo que sería el futuro de su hija si en realidad ella era culpable de lo que se decía en TV.
Intenté calmarme. Ben no tenía la culpa de nada y no era justo que me descargara con él, menos cuando mis energías debían estar puestas en otra cosa y en otra personita…
- A veces las cosas pasan por algo.- comenzó Ben observándome con cuidado.- ¿No crees quizás que…Lulu estaría mejor en otra parte que con su verdadera mamá?
- Por supuesto que esta mejor con otra persona que con su madre ¡Conmigo está bien!
- Paula, sé realista. Sé que le haz tomado un gran cariño a esa niña…Ángela y yo también, pero…tu no puedes pretender hacerte cargo de ella- me miró de reojo y agregó.- Tu no eres nada de ella…sólo su niñera
Si mis ojos hubieran lanzado llamas en las miradas que le propiné a Ben…Ángela lo hubiera encontrado calcinado en la puerta de su edificio… Estaba conciente de eso, pero si esa mujer era encarcelada, mi niña iría a parar a un hogar, orfanato u otra parte similar, estaría sola y yo…yo sentía que esa niña ya era parte de mí, aunque era cierto que por su cuerpecito y el mío no corría una sola gota de la misma sangre, pero podía jurar que por su corazoncito y el mío corría el mismo sentimiento.
- ¡Ella es parte de mi corazón!...Y con eso me basta y me sobra.- declaré y pasé por su lado decidida
- ¡Paula!.- llamó, pero seguí mi camino.- ¡Paula! ¿Dónde vas?.- me alcanzó, tomó mi brazo y me hizo voltear
- Voy al aeropuerto.- le informé seca.- Necesito hablar con esa mujer.
Ben aceptó acompañarme. Llegamos al estacionamiento del aeropuerto y no esperé a mi amigo. Bajé del auto y casi corrí dentro esquivando a todas las personas que se interponían en mi camino y fulminando a quienes me observaban de pié a cabeza por la vestimenta que llevaba. Dentro era una locura, gráficos y periodistas estaban apostados por todos lados esperando la llegada de los delincuentes que aterrizarían en poco tiempo más por lo que Ángela había informado al llamarle para avisarle nuestro plan.
- Vamos por acá.- me guió Ben.- De este lado no podremos hacer nada con tantas personas
- Necesito hablar con ella.-
- Paula, lo más seguro es que apenas podamos verla, pero al menos podemos obtener información de donde la llevarán
Caminamos por unos pasillos atochados de personas y llegamos a una zona donde Ben pudo hablar con un guardia y sin entender cómo, nos dejaron acceder. Por lo que veía era la zona de desembarque, donde entraban todos los pasajeros de los vuelos entrantes y ahí nos ubicamos. Estaba nerviosa, no sabía bien que quería decirle a esa mujer si oía a mi corazón; la respuesta era buscar soluciones a todo esto y si escuchaba mi cabeza definitivamente la policía me llevaría detenida junto a la bruja esa, porque la única respuesta que me daba era golpearla hasta sacarle todos y cada uno de los pelos.
Un alboroto junto a la llegada de un avión, nos alertó que era el momento que habíamos esperado. Muchas personas comenzaron a pasar por la puerta de acceso y no me dejaban observar bien…aunque sabía que tardaría en aparecer, mi ansiedad me pasaba la cuenta hasta que trastabillé con la alfombra y mis tacos. Creí llegar al piso, pero una mano en mi brazo evitó mi aterrizaje…
- ¿Qué no Cenicienta?.- dijo el tipo cuando me sujetaba.
- Es Paula de la Bestia.- lo corregí gruñendo y sintiéndome tonta por mi comentario
- ¡Wow! Entonces haz llegado al lugar correcto. Desde un lugar lejano ha llegado tu bestia.- sonrió coqueteando, pero no estaba para esto.
- ¿Me puedes soltar?.- inquirí jalando mi brazo.
- Creo que estás perdiendo el toque amigo.- lo palmeó una chica a su lado
- En el cuento las cosas son complicadas. Así que en la vida real también Lucy.- explicó el tipo a la chica y se giró hacia mí.- Michael Whitlock, a tu servicio Paula.
- ¿Paula? ¿Lo conoces?.- cuestionó Ben al llegar a nuestro lado, al creer que el tipo me llamaba por mi nombre
- Soy la Paula de la Bestia ¿Recuerdas? Y claro que no lo conozco.- espeté airada
- Pero podemos conocernos.- siguió con su flirteo
- Estoy acá por algo más importante que conocer a mi Bestia personal.- pasé por su lado y chocando en el instante con otro más.- ¡Auch!.- exclamé sobando mi brazo
- Lo siento, no te vi.- se excusó
- ¡Que extraño! Creo que soy la única loca vestida así.- me señalé.- El otro imbécil lo notó enseguida y como buen imbécil…- me callé al ver por primera vez a mi receptor
- Éste imbécil es el mejor amigo de éste otro imbécil que acaba de golpearte.- señaló riendo el tal Michael.- Te lo presento, aunque el único disponible de los dos soy yo..- me guiñó, pero yo seguía mirando al imbécil de esos ojos a su lado.- Este es mi gran amigo Pedro.
De pronto una gran y estruendosa bataola se expandió por el lugar. Corté contacto visual con el hombre frente a mi cuando vi que el primer imbécil tenía sus ojos clavados tras de mí. Ahí estaba un centenar de policías y periodistas que habían llegado por arte de magia a esta zona. Debí haber recordado mi cometido aquí en este lugar, pero volví a clavar mis ojos en ese chico…Pedro. No tuve que esperar mucho para que esos verdes ojos estuvieran en la misma dirección que la mía…pero el momento duró un suspiro…
- Pedro…¡Pedro!.- gritó el tipo delante de mí, haciendo que nuestra atención estuviera en él.- Pedro…¡Mira hacia delante!.- lo zarandeó e hizo que dirigiera su vista hacia otro lado
- ¿Quiénes son? ¿Por qué traen a esa mujer y ese hombre esposados?.- alerta a lo dicho por la chica quité mi vista de ellos y me enfoqué en los aludidos eran la bruja y el otro tipo. Iba a encaminarme, cuando un detalle llamó mi atención
- ¡Hombre! ¿La recuerdas?.- cuestionó el tal Michael a Pedro.- ¡Mírala bien! ¡Es la mujer de hace cinco años!
- ¿La conocen?.- la mujer quitó las palabras de mi boca
- Si la conozco.- susurró Pedro, y a duras penas lo oí.- Michael…ella es la misma...-
- ¡Vamos Paula!.- Ben tomó mi brazo y me comenzó a arrastrar, impidiendo que oyera lo último dicho.
Intenté decirle que me soltara, pero con el ruido ni yo escuchaba lo que el decía y lo mismo él conmigo. Giré mi cuerpo entre los atropellos y empuje de Ben, hacia los personajes con los que había estado y los vi con la mirada fija hacia la bruja…entonces caí en cuenta bien de sus palabras.. ¡Cinco años atrás! ¡Lulu cumplía cuatro! ¡Pero nueve meses había estado en el vientre de ella… Por ende, ellos debían saber… ellos la conocían de antes...

5 comentarios:

  1. Ayyyyyyyyy, Dios mío qué enredo!!!!!!!!! Morí con: "Quiedo que Paula sea mi mamá". ESPECTACULARES LOS 3 CAPS!!!!!!!!!!!

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  2. Aaaaay se conocieron❤❤.
    Ame ame los tres caps.
    Q intriga en el ultimo cap.
    Me re encantaron.
    Besoss.

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  3. Que buenos capítulos , Pedro será el papá de Lulu?

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  4. Qué??? Pedro es el papá de Lulu??? Ay! cómo pudo estar con una mina como Victoria?!

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