jueves, 18 de diciembre de 2014

Una Dulce Inocencia: Capítulo 16

Bajé a tomar un vaso de jugo después de una maratónica rutina de estudio. Con hoy, eran cinco días sin interrupción, más que para lo básico, que llevaba enfrascado estudiando para el esperado último examen de mis seis años de carrera. En un mes y medio más, comenzaba lo que sería en sí mi Práctica Profesional, la última etapa para convertirme en un Médico especializado en Pediatría. Saludé a mi madre, quien me miraba preocupada por mis largas horas de estudio, pero volvía a tranquilizarla con el mismo discurso de hacía varios días.
- Mamá, esto será lo último. Vendrán mis vacaciones y después sólo tendré que poner en práctica el esfuerzo de ahora.
- ¡Lo único que espero es que no te enfermes!.- me regañó cariñosamente.
- Soy un roble madre.- me pegué en el pecho al estilo Tarzán.- ¿Lo ves?
Los dos reímos por mi pobre imitación del hombre-mono aquél. Mi hermana entró corriendo a la cocina, saludando con un escueto "Hola" y metiendo su nariz en todas las ollas que estaban a fuego.
- Te tengo un recado.- me indicó.- Cito textual: ¡Dile a tu hermano que prenda su maldito móvil!
- Gracias por el aviso.- hice una mueca.
- ¿Malas las relaciones?.- indagó.
Tanto ella como mi madre, quedaron expectantes a mi respuesta. Yo sólo me encogí de hombros, no queriendo ahondar en el tema. Habían pasado unas cuantas semanas y las peleas por lo mismo continuaban su curso constante.
- ¿Es Kate?.- preguntó cautelosa mi madre, una vez que mi hermana abandonó la cocina.
- Le plantee la idea que tengo.- expliqué.- De irme a realizar mi práctica a otra ciudad.- fui más específico.- Desde esa conversación hace dos meses las peleas no paran, porque no está de acuerdo con mis pretensiones.
- Bueno es una reacción normal.- concordó.- Yo siendo tu madre, me siento temerosa a que te vayas a otro lado mi amor. Es lógico que ella, esté actuando insegura.
- Lo veo de una forma egoísta.- me sinceré.- Si ella estuviera en mi lugar, la apoyaría.
- Será…quizás ¿Qué el enamoramiento es sólo unidireccional?.
- Ella me gusta, me encanta. Nunca me había costado tanto una relación y eso lo hacía más atractivo aún…- con un gesto de mano me detuvo.
- ¿Hacía? ¿Te haz oído hablar hijo? Además analiza tu mismo las palabras…hablas de gustar, no de amor y son cosas completamente diferentes.
Pensé un momento en sus palabras y tuve que darle crédito que ni yo mismo me había notado hablar en pasado. Antes de que las discusiones se hicieran pan de cada día*, estaba convencido de estarme enamorando como enfermo de ella, mas hoy, no sabía siquiera si tendríamos chance para cumplir el año juntos.

Lucy y Michael llegaron a estudiar en grupo, para finalizar los esfuerzos de una semana y ponerlos en práctica el día de mañana que sería el examen. Estuvimos estudiando por más de cuatro horas. Al terminar lanzamos los libros y apuntes por todo mi dormitorio y nos echamos, cuales animales en el piso.
- Estoy muerta.- suspiró cansada Lucy.- Juro que si ese viejo calvo no me aprueba, soy capaz de desnudarme frente a él, como último recurso.
- ¡Wow! Envía un mensaje para estar atentos a la ventanilla.- rió Michael.
- Olvídalo Mike.- hice una mueca de asco.- No te pierdes de nada.- recibiendo un zapatazo de Lucy.
- ¡Tu eras el del problema!.- contraataco Lucy.- Siempre pensé que eras gay ¡Dormíamos juntos y no se te…!.- gesticuló con su dedo empinado, haciendo alusión a mi miembro.
- En cambio si hubieras dormido conmigo.- se señaló Mike.- A esta hora estarías con más de doce hijos ¡Tendríamos un equipo de fútbol completo!
Seguimos bromeando mientras bajábamos a comer algo. Parecíamos verdaderos cavernícolas devorando todo lo que Sarah nos había preparado. Michael sucumbió a su cansancio y se fue a dormir, mientras Lucy y yo conversábamos de un tema y otro. Hasta que llegamos al tema de parejas.
- Supuse que andaban peleados.- comentó.- La semana pasada apenas me miró cuando entré al local. Además que ahora se hizo muy amiga de la nueva chica. La tal Irina y desde el primer día en que pisó el local la odié, así que ya no hay mucha química entre tu novia y yo
- Ella está celosa de tí.- solté sin más.
- ¿Perdón? ¿Acaso escuché bien? ¿Dijiste celosa? Pero… ¿Por qué Pedro?.- preguntó atropelladamente.
- Está convencida que entre nosotros hubo algo y que aún quedan cosas
- ¿Le aclaraste que nunca te ví o me viste mas que una amiga o hermana? ¿Verdad?
- Perdí la cuenta de todas las veces que le he repetido la misma oración.- me dejé caer en el sillón.

Nos quedamos en silencio, para cuando me vine a incorporar…ya era de día. Una hora más tarde estábamos de camino a la universidad, dando los últimos repasos a la materia. Al llegar, mi hermana corrió como despavorida donde Steph, que se encontraba junto a Chad, Jessica y Fox.
Entramos al examen deseándonos suerte entre los siete. Dos horas y media mas tarde, nos llenábamos de cafeína para aguantar un par de horas más y saber los resultados, mientras los cigarros desaparecían por arte de magia entre todos. Kate llamó un par de veces a mi móvil, pero previendo que la llamada terminaría en pelea por mi falta de comunicación los últimos dos días, omití su insistencia y opté por silenciarlo.
Uno a uno fuimos entrando por los resultados. Y veinte minutos después, esperábamos impacientes la salida del último, Michael. Se abrió la puerta y vimos salir un cabizbajo Mike, las chicas inmediatamente corrieron a abrazarlo, puesto que su cara indicaba que los resultados no habían sido los esperados y tendría que volver a cursar el semestre.
- ¿Tan mal?.- preguntó Chad, viendo como Lucy y Jessica abrazaban a Michael.
- ¡Oh, no hermano!.- medio sonrió Mike.- La verdad es que se siente genial en medio de dos mujeres.
- Te pregunto por el examen, Bolton.- explicó Chad.
- ¿Obtener una nota máxima es malo?.- contestó Michael riendo abiertamente.
- ¡****a!.- gritaron las dos chicas, regalándole un golpe certero en la cabeza.
- ¡Hey!.- se quejó Michael.- Necesitaba un poco de atención ¿No?
- ¡Eres un payaso!.- reí con él.- Bien ¿Qué haremos ahora?
- ¡A celebrar!.- rugieron todos.
Nos dirigimos a un bar cercano los ocho, junto a mi hermana. Mi móvil vibró en mi pantalón repetidas veces, pero sólo respondí el llamado de mi madre para compartir con ella la alegría del momento.
- ¿Ya saben donde harán sus prácticas? ¿Y con quién?.- consultó mi hermana en general.

4 comentarios:

  1. No puede ser más tierno Pedro x favor!!!!!!!!!!! Me encanta esta historia.

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  2. Me encanto el cap.
    un genioo pepe=).
    aaay Necesito q pau y pepe se encuentren❤
    Ansias por ese cap.
    jajaja.
    besos

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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