viernes, 15 de diciembre de 2023

No Esperaba Encontrarte: Capítulo 36

Sofía estaba a su lado.


—¿Ya has dejado de tener contracciones? ¿Y la hemorragia? ¿Qué explicación te han dado?


—Las contracciones han cesado —respondió Carla, claramente aliviada—. Sólo he sangrado un poco y también he dejado de hacerlo. Parece que todo está bien y me han dicho que hasta un treinta por ciento de casos de sangrado durante el embarazo no tienen explicación, así que no debería preocuparme porque no hayan encontrado una razón.


Carla se acarició la tripa. 


—El médico me ha dicho que tendré que tener cuidado y descansar. Si vuelve a ocurrir, tendría que venir urgentemente al hospital.


—Si se mantiene con la tensión normal y todo lo demás marcha bien, mañana por la mañana le darán el alta —dijo Iván, mirando a Sofía y después a Paula—. Siento que no las hayan dejado entrar hasta ahora y que las dos hayan estado preocupadas.


Carla le dió unas palmaditas en el brazo a Iván.


—¡Como si tú no hubieras estado preocupado! Sólo te has tranquilizado hace un rato cuando la enfermera me volvió a tomar la tensión y estaba mucho mejor —entonces se puso muy seria y se dio la vuelta hacia sus hermanas—. Tengo que admitir que yo también estaba preocupada. Gracias a las dos por estar aquí. No pretendí acortar tu viaje, Pau.


—Ni lo pienses. Yo quería estar aquí —dijo Paula, agarrando de nuevo la mano de su hermana. 


Quería quedarse más tiempo, pero sabía que si lo intentaba, pronto entraría una enfermera para echarlas, cosa que quizá disgustara a Carla.


—Descansa, Carla. Estás en buenas manos. Iván se asegurará de que haces lo correcto. Todos cuidaremos de tí hasta que nazca el bebé.


—Lo sé —dijo Carla, a la que le corría una lágrima por la mejilla—. En este momento tengo las hormonas revolucionadas o algo así.


—Querías a tu lado a tu marido y a tus hermanas. Es normal —dijo Paula, abrazando a Carla—. ¿Por qué no hablas un ratito con Sofi y luego nos marchamos, dejándote con Iván otra vez? —entonces se dirigió a él—. ¿Nos harás saber inmediatamente si hay algún problema? Vendremos a ver a Carla esta noche y mañana, tanto si está aquí o en casa. La visitaremos con más frecuencia si nos necesita, pero no queremos interponernos en su descanso…


—Las mantendré informadas —Iván asintió con la cabeza, acercándose a abrazar a Paula—. La cuidaré. Te lo prometo.


—Gra… gracias —dijo Paula, carraspeando, emocionada. Entonces se dirigió a Sofía—: Cuando llegamos ví dónde está estacionado el coche. Necesito hablar con Pedro, por lo que te veré en el coche cuando te hayas despedido de Carla. ¿Te parece bien?


Cuando Paula salió de la habitación de Carla, vió a Pedro allí, esperando.


—No estaba segura de que todavía estuvieras aquí.


Pedro se metió las manos en los bolsillos para refrenar el impulso de abrazarla.


—¿Cómo está tu hermana? ¿Se va a poner bien? ¿Y el bebé?


—Ambos estarán bien, siempre y cuando Carla descanse y se cuide mucho.


—Me alegra oír eso —dijo, deseando reconfortarla—. Me alegro mucho, Paula.


—Sofía saldrá dentro de un momento —dijo Paula, acercándose a las maletas que reposaban contra la pared—. Le dije que la vería en nuestro coche.


—Te acompaño —dijo Pedro, tomando ambas maletas.


Pero Paula lo miró y le quitó la suya. 

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