viernes, 25 de febrero de 2022

Irresistible: Capítulo 15

Paula frunció el ceño, como si hubiese leído su mente.


–Pero ¿Habrás ido a otros viajes de trabajo como este?


–No durante tanto tiempo. Y cuando hemos ido un grupo, para unos días, nos hemos alojado en habitaciones de hotel individuales.


Ella lo miró un instante y negó con la cabeza.


–Entonces, ¿Cómo quieres hacer las cosas?


–¿Qué cosas?


–La comida, por ejemplo. Tendremos que comer.


–Podemos pedir que nos traigan la compra.


–Ajá. ¿Y quién va a cocinar?


Él la miró un instante y lo comprendió todo. Ella pensaba que era un machista que intentaría escabullirse de las tareas del hogar.


–Bueno, Paula, puesto que eres cocinera...


–No pretenderás que yo cocine todo el tiempo. Ya cocinaré bastante durante el día.


–Pero el restaurante no abrirá hasta dentro de dos meses.


–¿Y? Tendré que entrenar al personal, supervisar a los proveedores y formar a los cocineros.


Pedro se frotó la barbilla.


–¿Y no podrías pedirle a alguno de tus subordinados que prepare algo que podamos recalentarnos en casa?


–Lo haré ¡Siempre y cuando tú le pidas a las empleadas de la limpieza del hotel que vengan a planchar nuestra ropa!


–Buena idea –dijo él.


Ella se quedó boquiabierta. Él comenzó a reírse.


–No dejaré que te aproveches de mí.


Él negó con la cabeza.


–¿Qué te parece si hacemos turnos para cocinar?


–¿Sabes cocinar?


–Supongo que ya lo descubrirás.


Ella lo miró fijamente y él tuvo que contenerse para no decirle que dejara de mirarlo así.


–Estoy segura de que estás acostumbrado a que las mujeres quieran complacerte en todo lo que necesites, pero ¡Aquí tenemos ambiente de trabajo! Lo que quiero decir es... Mira, únicamente compartiremos las tareas del hogar y... –miró a otro lado.


–¿Y?


–Creo que no deberías traer a tus ligues aquí, eso es todo – terminó la frase sin mirarlo a los ojos.


Él se quedó sin habla. Era evidente que la opinión que tenía acerca de él era terrible.


–Si compartieras el departamento con mi padre, ¿Traerías mujeres?


«Maldita sea, claro que no». Igual que tampoco pensaba hacerlo con ella. No creía que ella tuviera intención de ofenderlo, pero Paula merecía que alguien le enseñara lo peligroso que era sacar conclusiones sin fundamento.


No hay comentarios:

Publicar un comentario