lunes, 28 de agosto de 2017

Reencuentro Inesperado: Capítulo 64

—Sí, pero... ¿Cómo sabes eso? Pensaba que no veías las noticias.

—Me lo contaron los Westport.  Y por cierto, David  afirma que Hawkins va de farol  y  que  no  tiene  ningún  vídeo  porque  tú  desconectaste  las  cámaras  cuando  sospechaste lo que estaba pasando.

—Es  cierto, pero no recuerdo con certeza si fue antes  o  después de que te violara. Sin embargo, si esa cinta existe y se atreve a utilizarla contra tí, lo mataré con mis propias manos. Él lo sabe.

—He oído que apela a un conflicto de intereses... ¿A qué se refiere?

Pedro dudó un momento antes de contestar.

—No es nada importante.

—¿No? ¿De qué se trata? —preguntó, observándolo con detenimiento.

—Es algo relacionado con su nariz. Digamos que tuve un encontronazo con ella —respondió  con  una  sonrisa—.  Ese ha sido el motivo  por el  que  ha  prescindido  de  mis  servicios. Supongo que pegar un puñetazo a tu cliente se  puede  definir como  conflicto de intereses.

—¿Y esta vez te has sentido mejor?

—¿Qué quieres decir?

—También me he enterado de que aquella noche, hace diez años, fuiste a ver a Hawkins...

—Sí, es cierto.

—¿Fue él el que te rompió la nariz?

—Sí, pero le he devuelto el favor. Si quiere, puedo darle el número de teléfono de un buen cirujano plástico de Boston.

Ella sonrió.

—Yo conozco a uno en Los Ángeles...

Pedro rió.

—Va a necesitar  algo  más que  un  médico  cuando  el  sistema  legal  termine  con  él. Puede alegar lo que quiera, pero las pruebas de ADN, las fotografías de la policía y el testimonio de la víctima es más que suficiente para encerrarlo. Sólo lamento que la pobre mujer tenga que pasar por otro juicio.

—Y  yo lamento no haberlo denunciado hace diez  años.  Quién sabe cuántas violaciones habría evitado...

—Tenías tus motivos, Pauli.

—Pero no eran  suficientemente buenos.  Y te agradezco  enormemente  que  aquella  noche  Salieras en mi  defensa...  ése  es  otro  de  los  muchos  secretos  que  desconocía.

—Pensaba contártelo todo, Pauli. Si lo hubiera hecho antes...

Ella negó con la cabeza.

—Eso no importa.  Ahora sé lo que  pasó.  Y  también sé, que piensas  asesorar legalmente a David y a Sandra...

Pedro arqueó una ceja.

—Vaya, veo que hablaste de muchas cosas con los Westport.

—Sí, es cierto. No en vano, voy a ser su portavoz.

—Me alegro mucho —dijo.—¿Sabes una cosa? Todavía no se lo he dicho, pero voy  a  contribuir   económicamente a su proyecto.

—¿En serio?

—Sí, me he puesto en contacto con un periodista del Star Secrets.

—¿La revista del corazón?

—Claro, son los que mejor pagan.

—¿Y qué piensas venderles? —

La primera fotografía de Paula Chaves después del accidente.

—¿Estás segura de eso?

—Completamente. Y pienso donar todo el dinero al campamento.

—Eres sorprendente. Tienen suerte de contar contigo.

—Y yo de contar con ellos.

—¿Quiere eso decir que ya te has encontrado a tí misma?

Ella asintió.

No hay comentarios:

Publicar un comentario