lunes, 19 de febrero de 2018

Lo Inesperado: Capítulo 50

No  podía  volver  a  ocurrir. Una  noche  había  sido  suficiente.  Los  recuerdos  la  hacían  sentirse desesperada y sabía que, si volvía a repetirse, sería mucho peor para ella. Paula no  era  la  clase  de  mujer  que  podía  tener  una  aventura,  divertirse  y  después  olvidar. Ella era una persona constante, alguien que creía en el amor para siempre. Y amaba a Pedro.

—¿Te encuentras bien?

—Sí —murmuró Paula, sorprendida.

—¿Te duele algo?

Le  hubiera gustado  ponerse  a  gritar.  Claro  que  le  dolía  algo.  ¿Cómo  podía  no  darse  cuenta?  La  deprimía  observar  lo  tranquilo  que  parecía  aquella  mañana. ¿Le  daba  completamente igual lo que había pasado entre ellos?

—Estoy bien —intentó sonreír.

Por un momento, le pareció ver una sombra en los ojos del hombre, pero desapareció inmediatamente.

—Me alegro. Sigamos entonces.

Paula lo  siguió  como  si  fuera  un  autómata.  Cuando  llegaron  al  valle,  se  encontraron  con Matías.

—Estaba esperando —sonrió el hombre.

—¿No vas a regañarnos? —rió Pedro.

—Estaban pasándolo bien, supongo.

—Lo siento, Matías—dijo Paula.

—¿Por qué? No me han sacado de la cama.

—Debías estar preocupado.

—La  verdad es  que  no  —dijo  el  hombre—. Si  yo  me  perdiera  con  alguien  en  la  montaña y no pudiera ser Claudia Schiffer, preferiría que fuera Pedro Alfonso.

 Paula miró a Pedro, recordando cómo le había hecho el amor. Ella también se alegraba.

—Gracias por esperarnos, Matías—sonrió Paula.

—¿Puedo llevarlos a casa?

—No, gracias —contestó Pedro, tomándola del brazo.

Paula se despidió de Matías, sorprendida.

—¿Qué ocurre?

—Tenemos que hablar.

Aquello  no  sonaba  muy  prometedor.  Si  lamentaba  lo  que  había  ocurrido,  prefería que no lo dijera. Y estaba demasiado cansada como para discutir.




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