miércoles, 31 de enero de 2018

Lo Inesperado: Capítulo 23

El  sábado  la  consulta  estaba  tan  abarrotada  como  siempre.  Mejor,  decidió  Paula.  De ese modo, no podía pensar en Pedro. Desde que  se  mudó  a  su  casa,  no  había  podido  concentrarse  en  nada.  Aunque, además  de  escuchar  el  rugido  de  su  moto  por  las  mañanas,  apenas  se  había  percatado de que él vivía a unos metros de ella. En ese momento, entró una paciente con un niño de la mano.

—Hola, Celina. ¿Qué tal el embarazo?

La joven se dejó caer sobre una silla.

—No he tenido tiempo de pensarlo. Ezequiel y el mayor me tienen demasiado ocupada.

—Ya estás acostumbrada, ¿No? —sonrió Paula.

—Desde luego —rió la mujer—. No es como la primera vez. Ariel me hacía la cena, me dejaba descansar en el sofá, me llevaba el desayuno a la cama...

—¿Ya no?

—Ya no. Pero no he venido a quejarme. Este enano tiene manchitas rojas y me temo que es varicela —contestó Celina, colocándose al niño sobre las rodillas.

—Vamos a echar  un  vistazo.  Ezequiel, mira  lo  que  tengo... —sonrió  Paula,  sacando  un  camión de la estantería. El niño se puso a jugar, encantado, mientras ella lo examinaba.

—¿Cuándo empezaron a salirle las manchitas?

—Hace un par de días, pero sólo eran unas cuantas así que no estaba segura.

—Es  varicela  —confirmó Paula,  volviéndose  hacia  el  ordenador—. Te daré   un   antipirético y un calmante para que no le pique demasiado.

—¿Puede jugar con su hermano o debo mantenerlos separados?

—En realidad, es casi seguro que ya se lo habrá contagiado, pero intenta mantenerlos separados durante unos días.

—¿Cuánto tiempo tardará en pasar?

—Cinco  días  —contestó  Paula, mientras  sacaba  la  receta  de  la  impresora—. Pero tenemos que hablar de tí.

—¿De mí? ¿Por qué?

—¿De cuántos meses estás?

—Ocho y medio.

—¿Has pasado la varicela?

Celina se quedó pensativa.

—No tengo ni idea. ¿Por qué?

—Porque habrá que hacerte análisis de sangre para comprobar si eres inmune.

—Sé  que  estas  cosas  son  peligrosas  al  principio  del  embarazo,  pero el  niño  ya  está  formado, ¿No?

—La  varicela  es  un  riesgo  en  cualquier  fase  del  embarazo  —contestó  Paula, abriendo un cajón—. Habrá que hacerte un análisis.

—Vaya.  Me alegro de  haber  venido.  La  verdad  es que  no  se  me  había  pasado  por  la  cabeza que pudiera ser un problema para el bebé.

—No pasará nada. Dale este papel a la enfermera para que te prepare una cita. Pero si te pones de parto antes, dile a tu marido que me llame inmediatamente.

 —De acuerdo —suspiró Celina, levantándose—. ¿Por qué lo habré hecho? Ya tengo dos y me da pánico el parto.

 —La última vez tuvieron que usar fórceps, ¿Verdad?

—Y  la  primera,  una  ventosa.  Dicen  que  cada  vez  es  más  fácil,  pero  yo  no  estoy  tan  convencida.

—Es muy raro tener que usar fórceps en dos ocasiones, así que no te preocupes.

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