No le había durado mucho tiempo la humildad, se dijo ella. Le pasó las manos por el pecho y después le rodeó el cuello. Se acercó a él tanto como la barriga le permitía y dijo:
—Me parece bien. Me gusta que el hombre al que amo esté cerca de mí y de nuestro hijo —Paula vió la sorpresa en sus ojos, y entonces la besó con ansia y a la vez ternura.
—Dime que esto es real —pidió él, acariciándole el pelo—. Dime otra vez que me quieres.
Ella se apartó ligeramente.
—Te quiero, Paula —sus labios se abrieron en una sonrisa de enorme satisfacción.
Él la besó con un deseo ardiente de llegarle al alma. Sus manos se deslizaron desde la nuca para acariciarle los pechos, y después el vientre.
—No deberíamos estar haciendo esto —gruñó él—. Estás embarazada.
—Claro que debemos —dijo ella, sintiendo cómo sus pechos se hinchaban bajo la fina tela del vestido—. Pero no aquí, sino arriba —murmuró, y él la tomó en sus brazos para llevarla donde ella le indicó.
Una vez allí, la dejó en el suelo y la miró como si fuera la primera vez que la veía, haciendo que Paula se pusiera nerviosa.
—¿Te gusta mi cuarto? —preguntó ella.
—Tú llenas mis ojos, mi corazón, llenas mi mente y no dejas lugar para nada más —le puso las manos sobre los hombros y bajo los finos tirantes del vestido, que cayó inmediatamente a los pies de Paula—. ¡Dios mío! —exclamó al ver su figura—. Antes pensaba que eras perfecta, pero ahora, eres como una fruta madura, eres... exquisita.
—Paula... —dijo ella con emoción.
—Paula, no te merezco —dijo, ocultando la cara en su hombro—, pero te quiero locamente y siempre lo haré.
Ella sintió que se le hinchaba el corazón en el pecho. Todas sus dudas y temores se habían desvanecido al ver el amor que brillaba en sus ojos de plata.
—Paula —repitió, temblorosa, mientras él le besaba la frente.
El la tumbó sobre la cama como si fuera del más fin cristal, se quitó la ropa y se echó junto a ella.
Le acarició los pechos hasta que ella gritó suavemente de placer. Se inclinó sobre ella y volvió a besarla mientras recorría todo su cuerpo con la mano. Paula lo buscó al sentir la pasión incendiarse en su interior.
—Paula, mi amor —murmuró él contra su piel, acariciándola cada vez con más urgencia.
Ella le clavó las uñas en la piel y él gruñó de placer al poseerla por fin.
No tuvo nada que ver con lo que habían conocido hasta entonces; fue una unión total, de cuerpo y alma, que les hizo conocer el placer y la gloria de ser uno en realidad.
Más tarde, Paula le besaba el pelo mientras le acariciaba el vientre.
—Bueno, Theo estará por fin contento; su bisnieto se quedará con su casa.
—¿Cómo? ¿Tú no estás contento?
—Contento no es suficiente para describir la profundidad de mi amor por tí. Te amo más de lo que pueda decir con palabras.
—Entonces, muéstramelo de nuevo —ella sonrió, y él obedeció.
Estos caps se los dedico a @SilvinaAraceliR, Sil espero que te gusten estos que son los últimos gracias por leer y comentar siempre.
Hermosos y tiernos los 2 caps Naty. Y gracias x dedicármelos!!! Preciosa historia. Muy buena elección Naty.
ResponderEliminarGeniales los caps!! Me encanto la historia..!
ResponderEliminarayyyy que amorrrrr! hermosos capitulos Naty, me encanto la novela ♥
ResponderEliminarayyy que lindo,me encanta!!!
ResponderEliminarQue hermoso final!!! me encantó la historia!!!
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