lunes, 5 de junio de 2023

Falso Compromiso: Capítulo 31

 –¿Quieres que te dé algo para dormir? ¿Una camiseta o algo así? – preguntó Pedro.


–No te preocupes, puedo dormir con la ropa… No, no puedo, no llevo ropa interior. No quería que se me marcaran las bragas debajo del vestido.


«¡Maldición! ¿Por qué ha tenido que decirme eso?» Pedro la desnudó con los ojos. Pero, rápidamente, parpadeó como si estuviera sacudiéndose mentalmente aquella visión.


–Bien, bueno… En fin, te dejo ya. Buenas noches.


Después de que Pedro se marchara, Paula cerró la puerta y, apoyando la espalda en ella, lanzó un suspiro. ¿Por qué Pedro tenía que dejarle tan claro que no la deseaba? La mayoría de los hombres habrían aprovechado la oportunidad de acostarse con una mujer sin ningún compromiso. ¿Qué tenía ella de malo? ¿O no sería él quien tenía problemas? ¿Estaba todavía tan enamorado de Victoria que no soportaba la idea de hacer el amor con otra mujer? No debía ser eso, le había dicho que no había estado enamorado de Victoria. En ese caso, ¿Por qué se negaba a tener relaciones? ¿Por qué seguía castigándose a sí mismo? 



Paula estaba tan cansada que apenas se acostó se le cerraron los ojos. Pero, durante la noche, se despertó desorientada debido a un ruido. Una de las secuelas de su turbulenta infancia era que tenía el sueño ligero y se sobresaltaba si se despertaba en un lugar que no era su casa. También se despertaba al menor ruido, temblando y asustada. Se hundió en el colchón y, relajada, suspiró. Al menos, el día siguiente era el comienzo del fin de semana y no tendría que ir a trabajar con un vestido de fiesta. Oyó otra vez el ruido. Se sentó en la cama y aguzó el oído para identificar el ruido. ¿No serían imaginaciones suyas? ¿Lo había soñado? Volvió a tumbarse, enfadada consigo misma. La casa de Pedro tenía un buen sistema de alarma. El miedo a que un intruso entrara en su habitación podía compararse a que el mismísimo Pedro hubiera cambiado de idea respecto a no acostarse con ella. Era imposible. Volvió a cerrar los ojos e intentó dormirse otra vez, pero se sentía inquieta. Tenía mucha sed. 

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