miércoles, 13 de febrero de 2019

Amor Complicado: Capítulo 47

–Pues es más o menos lo que hacía –dijo Pedro con sarcasmo–. A nuestra madre también le encanta reunirse con sus amigas para jugar a las cartas.

Se hizo un momento de silencio. Si duda todos estaban pensando en la pobre Ana Alfonso, que estaba retenida en la cárcel del condado. Andrés se aclaró la garganta.

–Bueno, salta a la vista que su abuela verdaderamente puso todo su cariño en reformar la casa. ¿Sería posible que alguno de ustedes me la enseñara? Me encantaría ver el resto de la casa.

–¿Cómo no? –se ofreció Carolina–. Sonia, ¿La cena está lista ya?

–Casi.

–Deja que te eche una mano –se ofreció Paula, ansiosa por poder ser útil.

Sabía que se sentiría mucho más cómoda haciendo algo que quedándose allí en el salón intentando meter baza en la conversación, sobre todo cuando seguramente los demás debían estar preguntándose qué estaba haciendo allí. Cuando llegaron a la cocina había tres cazuelas de distintos tamaños hirviendo a fuego lento. También vió que en la encimera Sonia había dispuesto todo lo necesario para hacer una ensalada.

–¿Te parece que vaya preparando yo la ensalada? –le preguntó.

–Estupendo; yo iré tostando los panes de ajo –dijo Sonia. Arrancó un trozo de pan de una de las barras que había sobre la encimera y se lo metió en la boca–. Estoy en el segundo trimestre de mi embarazo y tengo hambre a todas horas.

–¡Qué emoción! –dijo Paula–. ¿Sabes si será niño o niña?
Sacó la lechuga romana de su bolsa y empezó a echar las hojas en un colador.

–Todavía no. No hemos decidido si queremos saberlo o no. Es cierto que si lo sabes de antemano es más fácil elegir la decoración del cuarto del bebé y esas cosas, pero también he oído que hay gente que empieza a discutir antes incluso de que haya nacido por qué nombre le van a poner. Voy a disfrutar del embarazo y ya está.

Paula lavó y escurrió las hojas de lechuga en el fregadero.

–Desde luego tener un bebé debe ser increíble. Traer una vida nueva al mundo…

–Es algo mágico –los ojos de Sonia se iluminaron mientras hablaba–. La verdad es que no entraba en mis planes quedarme embarazada, pero nos ha unido a Daniel y a mí mucho más de lo que hubiera creído posible –luego, bajando la voz, le preguntó–. Entonces, ¿Pepe y tú son… pareja?

–Supongo que sí –respondió ella, entre nerviosa e ilusionada–. Pero solo hace dos semanas que salimos. Nunca pensé que esto fuera a ocurrir, pero… –se encogió de hombros.

Sonia se puso seria.

–No quiero entrometerme, pero será mejor que anden con cuidado.

Paula tragó saliva.

–¿Qué quieres decir?

–Pues que ahora mismo los medios de comunicación están muy pendientes de nosotros con todo lo que está pasando.

A Paula se le pusieron las manos frías.

–No estoy segura de entender qué estás intentando decirme.

Sonia se inclinó hacia ella.

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